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Opinión

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¿Por qué no me gustan los cuestionarios de perfilamiento?

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Joan Lanzagorta

En mi columna anterior hablé de los elementos que debes considerar para determinar qué tipo de inversionista eres. Mencioné brevemente a los cuestionarios de perfilamiento que las empresas de inversiones tienen que realizar, por ley, a sus clientes.

Muchas veces –mencioné– se utilizan como mero trámite para cumplir con la regulación. Otras, para tratar de vender alguna de las estrategias de inversión manejadas por la entidad (que incluyen una comisión por administración que puede ser elevada).

El problema es que estos cuestionarios suelen ser demasiado genéricos, poco exhaustivos e incluso incorrectos. Suelen hacer preguntas de distinto tipo para arrojar un puntaje que nos “ubica” en un perfil (y por lo tanto, en una estructura de portafolio “recomendada” para perfiles similares).

En este sentido, he visto de todo. Algunos cuestionarios son sumamente sencillos, otros bastante completos e incluso complejos, para tratar de abarcar diversos aspectos que son importantes de evaluar. Aún así, al final un algoritmo es el que determina lo que es “adecuado” para nosotros y ahí es donde empieza mi principal problema con ellos.

Por ejemplo, algunas preguntas que he visto:

• ¿Qué porcentaje de tu ingreso mensual ahorras? Mientras más sea tu capacidad de ahorro, mayor puntaje obtienes en esa pregunta.

• Dentro de un año, ¿esperas que tus ingresos crezcan 20% más que la inflación, entre 10 y 20% más que la inflación, igual que la inflación o menos que la inflación?

Te dan más puntos si esperas que tus ingresos crezcan mucho.

•¿Cuáles de estos seguros tienes? Mientras más tengas, más puntos obtienes.

•¿Cuántos dependientes económicos? Si no tienes, te dan más puntos.

Así sucesivamente. Todas estas preguntas definitivamente son relevantes para obtener una idea de la situación financiera del entrevistado, pero no necesariamente tendrían que tener un impacto determinante en la definición de un portafolio de inversión.

Por ejemplo: una persona soltera, que acaba de iniciar su vida laboral pero vive con sus padres, no necesita un seguro de hogar. Si no tiene coche, tampoco requiere un seguro de auto. Este cuestionario le restaría puntos y quizá lo ubicaría en un portafolio más conservador del que realmente es ideal para ella.

Las dos variables más importantes para determinar el portafolio de inversión adecuado es el horizonte de inversión (plazo) y la tolerancia al riesgo.

No es lo mismo invertir dinero a los 20 años que a los 50 años. Tampoco es lo mismo invertir dinero que está destinado a cumplir un objetivo a mediano plazo (como pagar el enganche de un departamento) a invertir dinero para construir un patrimonio a largo plazo (en 20 ó 30 años). Es muy importante tener claro el objetivo de nuestra inversión para determinar el horizonte de la misma.

Las inversiones de corto plazo tienen que ser muy estables, poco volátiles, con un alto nivel de certidumbre. Sin embargo, cuando ampliamos el horizonte de inversión, podemos incorporar otros instrumentos que tienen un potencial de crecimiento mayor, pero que son más volátiles, tienen más incertidumbre.

Ahora, no todos pueden tolerar la misma volatilidad. En los mercados financieros, como en la economía y la vida misma, siempre hay ciclos buenos y malos. Hay momentos de alzas pronunciadas y otros de caídas estrepitosas. Es parte de su naturaleza. Cuando eso sucede, no todas las personas reaccionan de la misma forma: algunas entran en pánico y quieren venderlo todo.

Eso suele ser un grave error y ahí es donde entra la tolerancia al riesgo, para diseñar un portafolio que en esos casos, no nos quite el sueño por la noche.

Pero además, la tolerancia al riesgo no es estática: va cambiando a lo largo del tiempo y a medida que crece nuestro portafolio. No es lo mismo aguantar una minusvalía del 30% en un portafolio chiquito (por ejemplo, de 10,000 pesos) que en un portafolio de varios millones.

Los cuestionarios de perfilamiento son una herramienta que debería utilizarse, principalmente, para evaluar estas dos variables y tratar de definir, a partir de ellas, una estructura de portafolio adecuada a ese perfil de inversionista.

Eso no significa que no se deba hacer una evaluación integral de otros aspectos, incluso para determinar si una persona debería invertir o si tendría que enfocarse, primero, en resolver otros rubros de sus finanzas personales (por ejemplo, salir de deudas, tener un fondo para emergencias y los seguros que necesita, entre otras).

Los cuestionarios de perfilamiento son una herramienta que debería utilizarse, principalmente, para evaluar estas dos variables y tratar de definir, a partir de ellas, una estructura de portafolio adecuada a ese perfil de inversionista.

contacto@planeatusfinanzas.com

Joan Lanzagorta

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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