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Opinión

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Las políticas del ajuste

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Vidal Llerenas Morales

Así se conocían las severas políticas económicas que se pusieron en marcha en países como los de América Latina desde mediados de los 80’s y en los 90’s. El paquete de medidas para recortar el gasto, abrir la economía, desregular, privatizar empresas, relajar beneficios laborales y controlar la inflación por medio de la calidad de los salarios reales, a cualquier costo, fue impulsado, o más bien impuesto, por organismos financieros y naciones desarrolladas, con el objetivo de reducir las turbulencias financieras globales en el menor tiempo posible. Esto independientemente de las consecuencias en la población de los países en donde se ajustó la economía. Naciones como México y Chile, con regímenes autoritarios, fueron particularmente entusiastas en implementar esta agenda, con enormes costos sociales, aunque también son los que mantienen mayor estabilidad. El tema del ajuste brusco volvió años después, como consecuencia de la crisis financiera de 2008. Países como Grecia sufrieron de recortes de gasto brutales, apurados por los principales países de la Unión Europea, con la urgencia de resolver sus crisis bancarias, en este caso sin la posibilidad de devaluar la moneda, debido a la union monetaria de la zona.

El ajuste era vendido como una medicina amarga, casi como amputar una pierna, para garantizar la salud de la economía nacional y su posterior camino hacia la prosperidad. En realidad balancear las cuentas y abrir la economía eran medidas necesarias para retomar estabilidad y crecimiento, pero es claro que de haberse tomado acciones más razonables, que consideraran reducir al daño a la economía real, se hubieran podido llegar a los mismos resultados con un costo mucho menor para las empresas y las personas.

Es muy probable que muchas empresas mexicanas hubieran sobrevivido al ajuste, por que en realidad eran viables, de haberse tenido una apertura más lenta, con apoyo para las firmas que enfrentaban la nueva competencia. Como lo único que importaba era lograr los balances y acelerar el comercio internacional, la pobreza se incrementó, los servicios públicos sufrieron un fuerte deterioro, una buena cantidad de industrias desaparecieron, regiones enteras sufrieron graves recesiones y los ahorros en moneda nacional se esfumaron. Buena parte de las políticas de ajuste eran necesarias, pero no con la velocidad y magnitud con la que se pusieron en marcha. Después del ajuste, la economía mexicana ha tenido estabilidad, pero no crecimiento, salvo en periodos de alta inversión extranjera, en los primeros años de operación del tratado comercial de Norteamérica, y ahora por los procesos de relocalización.

Uno hubiera pensado que ya habíamos aprendido de los enormes costos que tuvieron los procesos de ajuste de los 80’s y 90’s. Por eso sorprende como es posible que se presente un programa como el de Milei en Argentina, y que pueda tener una base social. Es verdad que los gobiernos anteriores debieron de haber hecho mucho más para estabilizar y modernizar la economía argentina, pero en realidad nadie estaba pidiendo un ajuste de esa magnitud, ya que la situación financiera de ese país no es un riesgo para la economía global. Existían las condiciones para un proceso de ajuste más suave e inteligente, de menor costo y mayor efectividad.

Medidas como suspender totalmente la obra pública, eliminar de golpe los subsidios a la energía y recortar miles de puestos públicos seguramente van a generar una recesión severa, de la que será muy difícil salir. No se trata de medidas que se deban de aplaudir, la caída económica va a afectar la economía real argentina, pero también la de media docena de países de la región. Los argentinos van a probar una medicina muy amarga, con efectos secundarios muy severos, en cantidades excesivas, sin saber muy bien los efectos curativos de la misma. En realidad el ajuste, para ser exitoso, requería que ser operado por un gobierno capaz de construir acuerdos, repartir costos, establecer una línea de tiempo adecuada y comenzar a construir un economía más moderna. Eso ni siquiera lo intentaron los peronistas, pero será imposible de llevarlo a buen puerto desde la ideología y la demagogia.

X: @vidallerenas

Vidal Llerenas Morales

Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una Maestría en Política y Gestión Pública por la Universidad de Essex, Reino Unido y un Doctorado en Administración y Gerencia Pública por la Universidad de York

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