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La recta final

Las últimas semanas antes de una elección se vuelven decisivas para los contendientes y mucho más cuando las casas encuestadoras se convierten en instrumentos propagandísticos, o tienen serios problemas metodológicos para proyectar un resultado posible.Y es que la complejidad de contar con muestreos confiables ha vuelto a estas empresas una especie de adivinadores del futuro, y no entes profesionales para detectar tendencias.
Los temas de inseguridad y de miedo a dar una respuesta equivocada a un encuestador en el cual no se confía, hacen cada vez más difícil el trabajo de identificar por dónde se dirige la intención del voto ciudadano. En todo caso será cuando se produzca el resultado final de los comicios que la realidad pondrá a cada quien en su lugar de acuerdo con su último estudio demoscópico.
Pero la clave en este momento es la capacidad de movilizar a los votantes dentro de tres semanas. Sacar a la gente de su casa y llevarla a las casillas es una labor que definirá los comicios en buena parte del país. Lo que se conoce como operación política, donde los gobernadores juegan un papel fundamental, ha sido un factor determinante en la medida en que no únicamente se trata de movilizar al votante, sino también en tener cubiertas todas las casillas para que el adversario se vea impedido de realizar acciones ilegales en su beneficio.
Sin embargo existen mandatarios estatales como los de Veracruz, Puebla y Guerrero cuya incapacidad manifiesta los ha llevado a tener muy baja popularidad y al mismo tiempo una absoluta falta de control sobre lo que sucede en su entidad, por lo que terminan por convertirse en verdaderos activos para una oposición que ha logrado ocupar espacios perdidos por la ineptitud y el abuso de poder.
Otra variante que no sabemos cuánto pesará el 2 de junio es el papel del crimen organizado tanto para influir en la intención del voto ciudadano, como para evitar que las casillas se instalen en aquellos lugares donde su negocio pueda peligrar. Así operaron en Sinaloa en el 2021 y seguramente lo harán en los próximos días.
La pregunta ahora es ¿qué hará el INE ante la intervención manifiesta del presidente en el proceso electoral? ¿Cómo reaccionará ante la acción manifiesta de los delincuentes poseedores de una fuerza imposible de controlar?. Definitivamente la jornada de junio requiere de una institución electoral sólida y profesional. Ésta existe, pero sin un liderazgo capaz de contener y sancionar a los poderosos de todo tipo, terminará legitimando la ilegalidad fehaciente que vive el país en estos tiempos de un autoritarismo en construcción.

