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Opinión

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La muerte de los hechos reales en Gaza

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Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Berlín. La guerra se focaliza en la Franja de Gaza, pero la batalla mediática de Israel se desarrolla en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Una señora pide la palabra para reclamar al moderador que entre los panelistas no se encuentra un periodista que “defienda” a Israel.

No es una grada de estadio, es el World Media Forum organizado por la cadena Deutsche Welle en Bonn, Alemania.

Susan Neiman, directora del Einstein Forum, reclama que la guerra no es un partido de futbol. Neiman es filósofa estadounidense que ha dado clases en Tel Aviv y en Yale. No se le puede acusar de anti semita; es filósofa, piensa, reflexiona y analiza.  Vía remota desde Jerusalén, Hazem Balousha, enviado del diario The Washington Post, se le cierra la garganta al recordar que antes de tomar la decisión de viajar al campo de batalla pensó en su familia. Este periodista únicamente narra los hechos. Sus emociones se las guarda cuando piensa en su esposa y en sus hijos.

Los asistentes del foro aplauden, reaccionan con sonidos de huracán ante cada palabra de los panelistas. Quieren participar.

También se encuentra la corresponsal de CNN en Jerusalén.

Entre todas las charlas del World Media Forum sin duda alguna esta mesa fue la que generó más controversia.

La señora que pidió al moderador la presencia de un periodista que defendiera a Israel muestra la visión maniquea que la gente espera ver en los medios sobre la guerra. Los buenos contra los malos. Solo se aceptamos las opiniones que embonan con las nuestras.

Hamás tiene un brazo terrorista; Israel es una democracia y tiene responsabilidades que los terroristas sortean. Israel sostiene una batalla en contra de la ONU. Sí, puede ser inoperante, pero es un mecanismo multilateral al que hay que cuidar porque sin la ONU, está la guerra, la prehistoria y las piedras. ¿Es lo que quiere Netanyahu?

Israel no es Netanyahu, ni Netanyahu es Israel.

El gobierno de Netanyahu es de extrema derecha alimentado ideológicamente por religiosos y nacionalistas. Gaza, por su parte, es un gobierno no democrático influenciado por radicales y por terroristas.

La peor combinación.

Lo ocurrido el 7 de octubre es condenable, pero también lo es la respuesta de Netanyahu. Entre lo propagandistas del primer ministro israelí venden la desconfianza de la cifra de muertos que Hamás dice sumar desde el día después del 7 de octubre.

Pueden ser 20,000, 30,000 o 40,000, pero lo seguro es que entre ellos hay miles menores de edad y mujeres.

Sin duda en el entorno de la guerra hay cinismo de sobra. Estados Unidos y la Unión Europea no han estado a la altura.

La historia los convocará a una cita.

También a Netanyahu y a Hamás.

@faustopretelin

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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