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La Cultura de la Paz, Sequía Integral

No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo: Proverbio inglés
Ayer, 22 de abril, se conmemoró el “Día Mundial de la Tierra” que es una oportunidad para reflexionar respecto de la relación de la humanidad con el planeta. Es obvio que lo llevamos a su límite y que los daños causados ya representan severos impactos.
En el territorio mexicano el cambio climático, las olas de calor, los incendios forestales y una crisis hídrica sin precedentes son el resultado de la contaminación, la sobreexplotación de recursos naturales, las obras ecocidas y la falta de atención gubernamental para prevenir incendios. Sin embargo, no ha existido conciencia ni interés del mandatario ni de sus colaboradores por proteger el medio ambiente.
El agua es fundamental para el desarrollo y la paz en el mundo y en nuestro país. El desabasto, escasez o contaminación del agua dan lugar a una mayor desigualdad e inestabilidad sociales, situación que pone en riesgo el tejido social al ser una fuente de conflictos y de violencia.
Entre las omisiones del gobierno en materia de agua destacan la falta de protección, mantenimiento y consolidación de la infraestructura hidráulica y de saneamiento, situación que es urgente e indispensable revertir. Debe repensarse la falta de inversión pública federal, estatal y municipal para superar la débil infraestructura hidráulica y el casi inexistente equipamiento de saneamiento en nuestro país.
Cada vez se agudizan más los problemas del agua y hoy -tristemente- no se vislumbran programas ni acciones de gobierno para resolverlos de manera ordenada ni integral.
En la capital de la república, además de la escasez del agua, se ha distribuye agua contaminada en varias demarcaciones, en colonias de Benito Juárez el agua está contaminada por algún producto del petróleo lo que revela la ineficacia del gobierno local.
Para 2024 a la Conagua se le asignaron 62.6 mil millones de pesos, 10 mil millones menos que en 2023, que también equivalen a la mitad de lo recomendado el Consejo Consultivo del Agua.
El aumento de incendios forestales que, además de devastar y destruir el hábitat de insectos, pequeños mamíferos, aves y reptiles, contribuyen a cada vez peores sequías. Para su prevención y combate, el gobierno redujo el presupuesto a la Conafor, este año se le asignaron solamente 903 millones de pesos, cantidad muy inferior a los 4,391 millones de 2018.
Por si lo anteriormente comentado no fuera suficiente, es muy preocupante que continúe el avance del calentamiento del tejido social, principalmente propiciado por los incendios que inicia y alimenta el presidente respaldado por su candidata, legisladores, los partidos oficialistas y sus colaboradores, entre otros, que incitan al odio, a la hostilidad, a la discriminación y a la violencia contra diversos sectores de la población. Ahora mismo, como muestra de esa incitación, tenemos la reacción del inquilino de Palacio Nacional y sus correligionarios a la investigación iniciada por el Consejo de la Judicatura Federal, de los posibles delitos cometidos por el exministro presidente y sus colaboradores para obstruir y torcer la justicia durante su mandato y la detención de la caravana de la candidata oficialista por encapuchados en un retén en Chiapas.
Todo indica que los principales legados de esta administración será la devastación del orden constitucional, republicano y federal, de la división de poderes, de los órganos autónomos y de órganos administrativos; además de una grave sequía de los recursos fiscales y decrecimiento económico. El promedio del crecimiento anual que es del 1.05% significa la cuarta parte de lo que ofreció el mandatario y podría valorarse en dos y medio billones de pesos. Por primera vez -desde el siglo pasado- ha disminuido la cobertura educativa además de que en vez de enseñar a pensar se propone enseñar a odiar; menos y peores servicios públicos de salud; la permisividad del gobierno al crimen organizado que ocasiona que intoxiquen las actividades económicas y el aumento de la violencia que ejerce, así como la grave polarización que alimenta el odio entre los mexicanos.
Un gobierno que desconoce que la verdad da valor a la palabra es propenso a la opacidad y a la mentira y contribuye -en gran medida- al deterioro del tejido social.
Está tan arraigada la creciente, aplastante y violenta realidad en el medio ambiente y en la sociedad que un cambio ya no parece posible en este gobierno. Sin embargo, no dejaremos de insistir en la conveniencia de arribar al diálogo para restaurar el tejido social y promover la cultura de la paz.
Nos hemos convertido en apáticos e indiferentes, a veces parecemos deshumanizados y hasta cobardes. Una característica de ello es evadir la solución de los conflictos que nos aquejan. Muchas personas están acostumbradas a vivir con sus conflictos o controversias en vez de enfrentarlos y resolverlos, quizás pensando que se solucionarán espontáneamente o que el gobierno se los resolverá.
Habíamos avanzado en la construcción de nuestra democracia, pero no aprendimos a dialogar, a debatir, a aceptar la crítica ni a tolerar la pluralidad.
Es triste observar que a casi nadie interesa la creciente gravedad de los problemas que nos afectan a cada vez más mexicanos como son los que implicarán las reformas legales para que el gobierno disponga de los ahorros para el retiro de mayores de 70 años; reducir la protección del amparo, y que el presidente pueda, sin procedimiento alguno, sin intervención de la fiscalía ni de juez alguno o de la Suprema Corte, liberar a cualquier persona que haya sido sentenciada de algún delito como narcotráfico, homicidio o secuestro, por citar algunos, so pretexto de aclarar los hechos en los casos de Ayotzinapa y de Tlatlaya, entre otros.
Se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, pero dudamos que los mexicanos nos merezcamos el que actualmente tenemos ni tampoco la continuidad del mismo. No permitamos que avancen la sequía ni la devastación en el territorio nacional ni en nuestro tejido social.
Urge sacudirnos la apatía, el desinterés y la deshumanización y demostrarnos que podemos estar unidos y fuertes.
*El autor es abogado, negociador y mediador.
X: @Phmergoldd

