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El maíz sigue cayendo
Tal y como les comentábamos en este mismo espacio la semana pasada, el miércoles salió puntualmente el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), a publicar su reporte sobre oferta y demanda mensual al mes de marzo, dando como resultado que los tableros de la Bolsa de futuros de Chicago se pintaran de rojo intenso para el maíz.
Así, el contrato de futuros a plazo de mayo, contrato que sirve de referencia para saber cómo espera el mercado que se encuentren los precios del grano una vez finalizada la siembra del maíz, cayó a niveles de 243.39 dólares/tonelada, es decir, tuvo un retroceso de 3.51% de semana a semana, mientras que el contrato a julio, utilizado por nuestros agricultores de Sinaloa que estarán cosechando próximamente el ciclo Otoño-Invierno se ubicó en 239.06 dólares, lo que significó un retroceso semanal del 3.42%, y el contrato a septiembre utilizado por los sorgueros de Tamaulipas quedó en 222.92 dólares/toneladas, o sea 3.24% por debajo de la semana anterior.
Y es que el tema de las bajas exportaciones de maíz norteamericano sigue estando en el centro de atención de los operadores del mercado, y tal como se preveía, el USDA saco las tijeras para recortar sus expectativas de exportaciones para este ciclo 22/23 al reducir las mismas en 1.91 millones de toneladas.
El mercado está nervioso porque no ve a China demandando maíz norteamericano, aunque el USDA mantuvo su estimación de que ese país le compraría durante este ciclo 18 millones de toneladas versus las casi 22 millones que le compro el año anterior.
Habrá que ver qué sucede, pero lo que es un hecho, es que lo anterior vino a impactar a la cifra de los Inventarios finales, los cuales se ubicaron a nivel Estados Unidos en 34.08 millones de toneladas, versus los 33.15 que esperaba el consenso del mercado y 32.18 millones de toneladas que estimó el USDA en su reporte del mes pasado.
A nivel mundial, el USDA ubicó los Inventarios finales para maíz en 296.5 millones de toneladas contra los 293.2 esperados por el mercado y los 295.3 que estimó el mes pasado.
El otro tema que ha estado en el centro de discusión de los operadores de Chicago, ha sido el clima en Sudamérica, particularmente a la fuerte sequía y temperaturas elevadas que han afectado la producción de Argentina, en donde el USDA sí le recortó mucho más producción de lo que esperaba el mercado, ya que éste estimaba que el USDA la ubicara en 43.3 millones de toneladas y no en los 40 millones que nos terminó mostrando, lo que equivalió a una disminución de 7 millones con respecto al reporte del mes pasado. Lo anterior sin duda podría haber generado presiones alcistas, pero finalmente no fue así. En el caso de Brasil, el USDA dejo su estimado de producción igual al del mes pasado al ubicarlo en 125 millones de toneladas.
A lo largo de la semana, la empresa Safras de Brasil dio a conocer que la safriña o segunda siembra de maíz en ese país llevaba un avance del 57% contra un 65% del promedio de los últimos cinco años; sin embargo estiman que se está remontando el paso y se podría terminar de sembrar a tiempo.
El otro factor que se considera está en la mente de los operadores de Chicago, es la posibilidad de que la Reserva Federal siga subiendo su tasa de referencia de manera agresiva al menos en dos ocasiones este año, lo que automáticamente genera que los fondos de inversión (especuladores) busquen retirar sus canicas de estos mercados.
Queda aún por conocer el reporte sobre superficie sembrada del maíz a finales de este mes, donde las apuestas, como consecuencia de la acción de precios y la demanda, es que se siembre más soya a expensas del maíz, ver que hace la Fed con respecto a su tasa este mes, y ver cómo evoluciona la Safriña en Brasil.
Aún hay un buen tramo por recorrer y la volatilidad seguirá siendo la constante.