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2024: Lo que perdimos
En mi último artículo de 2024, me referí a la ira y el resentimiento que parecen campear en el escenario mundial. Complementaría esas dos emociones con decepción y sensación de pérdida. Entre otras cosas, 2024 registra muchas pérdidas: aumento de conflictos bélicos, economía inestable, mayor incertidumbre en las poblaciones en movimiento, disminución de la democracia y consolidación de las kakistocracias. Tal vez hemos perdido la confianza en que un mundo mejor es posible para todos, todas, todes.
Por supuesto, se dirá que las pérdidas de unos son las ganancias de otros, de los triunfadores, pero la realidad es que las kakistocracias que gobiernan el mundo celebran que han ganado, pero esos “triunfos” están envenenados de glorias pasadas inexistentes, ilusorias. Al final del camino que ofrecen los kakistócratas está el sálvese el que pueda y el que tiene, habrá más desigualdad, violencia y marginación.
En primer lugar, debemos destacar la deteriorada imagen de la Organización de las Naciones Unidas y su merma notable en la influencia global. Países como Estados Unidos, Rusia, Israel, China, entro otros, simplemente la ignoran en buena medida por sus errores. La organización que iba a convocar al concierto mundial para garantizar la paz está fracasando.
Según el Índice de Paz Global, desde la Segunda Guerra Mundial no se veían tantos conflictos armados. En total 56 de estos y no parece que este número vaya a menguar. Obviamente, los más conocidos son el de Rusia-Ucrania e Israel contra varios países, pero no son los únicos. África, Asia, Europa y América Latina están en la lista de lugares donde se dan estos conflictos.
En el terreno económico, la ONU dio a conocer esta semana que, a pesar de todo, se espera que la economía mundial crezca un moderado 2,8% en 2024, relativamente bueno, pero menor al 3% pronosticado al principio del año. Este pronóstico está sustentado por el impulso de unas cuantas economías: China, Estados Unidos y, en menor escala, India e Indonesia.
El informe “Situación Económica y Perspectivas Mundiales 2025”, también señala que, a pesar de su empuje, todas estas economías están desacelerando: Estados Unidos creció un 2,8% en 2024 y se espera que este año siguiente alcance 1,9%; China 4,9% en 2024 y 4,8% en 2025.
En el caso de la Unión Europea, Japón y el Reino Unido experimentarán una recuperación modesta, según la ONU. En Asia, el gran motor es India, con un crecimiento sólido del 5,7% en 2025 y del 6% en 2026.
El director de la División de Análisis Económico y Política en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Li Junhua señala que: “La economía mundial ha evitado en gran medida una contracción generalizada a pesar de los choques sin precedentes de los últimos años y el período más prolongado de endurecimiento monetario en la historia. Sin embargo, la recuperación sigue siendo impulsada principalmente por unas pocas grandes economías”.
Es cierto que en lo que va del siglo XXI la pobreza se ha reducido, pero la mayor parte de esa disminución se ha dado en Asia y marginalmente en otros países, por ejemplo, México. Sin embargo, en la medida que la situación económica mundial se deteriore debido a factores humanos (guerras, guerras comerciales, políticas restrictivas, cambio climático) o naturales (terremotos, huracanes) esa población que ahora está en una franja fuera de la pobreza podría regresar a ella junto con sectores de clase media.
En México también perdimos mucho en 2024. Los que no creemos que el camino obradorista sea el correcto perdimos la elección y, como lo habíamos advertido, perdimos al INE, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y, de paso, al Poder Judicial.
También perdimos a los partidos opositores: PRI y PAN tienen direcciones cuestionables y desdibujadas, MC no parece tener trascendencia. Se habla de nuevos partidos, pero la idea no termina de cuajar entre la población.
El gobierno federal camina en un terreno inestable, tal y como se lo dejó la administración anterior. En el terreno económico, el futuro parece tener muchos obstáculos: deuda, déficit, obras inconclusas y poco rentables y promesas de dar dinero sin saber de dónde saldrá. En seguridad la situación es peor. De acuerdo con datos oficiales hubo un aumento en el número de homicidios en 2024 con respecto a los anteriores tres años. Se demuestra que la estrategia seguida por AMLO fue equivocada. Por si faltara algo, en pocos días llegará Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
No parece que 2025 sea el año de las recuperaciones. Habrá más pérdidas.