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Micro y macro, la misma cara de la moneda

Aun siendo economista siempre me ha sido incómodo el uso de los términos macroeconomía y microeconomía. Se trata de conceptos abstractos cuya utilidad quizás sea más apreciada en las aulas.

Aun siendo economista siempre me ha sido incómodo el uso de los términos macroeconomía y microeconomía. Se trata de conceptos abstractos cuya utilidad quizás sea más apreciada en las aulas. Por ello, me da cierta comezón cuando escucho a algunos comentaristas en la radio hacer aseveraciones como la siguiente: En Estados Unidos los datos macroeconómicos son malos, pero la microeconomía está bien".

La división entre estas dos áreas es puramente conceptual: la microeconomía es la parte de la ciencia económica que se encarga de estudiar las decisiones de los componentes individuales de una economía (empresas y familias) y el impacto de éstos en la oferta, demanda y precios de bienes y servicios.

La macroeconomía por su parte es aquella que estudia la suma agregada de los fenómenos generados por tales decisiones en una región o país.

Es decir, ambas tienen una relación directa. Lo que pasa en una es resultado de la otra y viceversa.

No obstante, para mucha gente, esta división consiste en una separación como de catálogo entre distintas variables: la inflación es una variable macro porque refleja un comportamiento agregado, mientras que el gasto de inversión de una empresa es una variable micro porque atañe precisamente a dicha entidad. Tal entendimiento es incorrecto.

Si usted es uno de los 8 millones de desempleados en EU, o parte de los otros tantos que han perdido su casa; si su empresa es de las miles que cayeron en bancarrota, no puede decir que su economía (micro) está bien.

La separación que hacen algunos en juicios como el descrito en el primer párrafo confunde en lugar de aclarar. No es válido sustentar algún argumento optimista o pesimista estableciendo que lo micro está bien pero lo macro mal. Tal división en la realidad no existe.

Curiosamente al día siguiente de escuchar la frase en mención, oí a otro comentarista afirmar que en México, ¡la situación macroeconómica está muy bien pero a nivel micro está mal!, justo al revés que en EU, nuestro principal socio comercial y el único motor visible de crecimiento de la economía mexicana en los años recientes.

Para alguien que no es estudiado en temas de economía, y que debe tomar decisiones de inversión, es más sensato hacer un razonamiento lógico y alejarse de esos conceptos.

Una buena idea se puede tener si se responden preguntas como: ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué reacciones puede haber entre los distintos agentes ante lo que pasa? y ¿Adónde apuntan dichas reacciones?

Viéndolo así, la explicación se hace más simple. Las economías en el mundo desarrollado cayeron en una crisis por un exceso de endeudamiento. Los gobiernos evitaron una catástrofe absorbiendo dicho endeudamiento privado y creando grandes distorsiones.

Después de un repunte inicial, tales distorsiones se han agotado y los agentes (micro) deben ajustar sus finanzas, salir de deudas y recuperar su empleo para poder consumir o invertir como lo hacían. Mientras eso pasa, los individuos y las empresas no van a gastar y el gobierno ya no puede estar sobreendeudado. Entonces, el crecimiento que viene (macro) será pobre por el largo tiempo que tome este proceso de purga.

Conclusión: las cosas están mal bajo cualquier óptica. Al día de hoy no hay sustento para rendimientos importantes en las bolsas, las empresas crecerán poco. Asimismo, la distorsión de las tasas en niveles bajos perdurará mucho tiempo, así que no podemos esperar grandes ganancias en nuestras inversiones. Así de fácil.

*Rodolfo Campuzano Meza es director de Análisis de Invex.

perspectivas@invex.com

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