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Estiman 4,005 millones de personas con sobrepeso y obesidad en el 2035
El sobrepeso y la obesidad son crisis globales que afectan a más del 60% de la población adulta. Este fenómeno, impulsado por hábitos poco saludables y un entorno obesogénico, impacta la salud, la economía y la esperanza de vida en todo el mundo

Las estimaciones son que para 2030 México podría tener una prevalencia de obesidad en adultos del 45 por ciento.
Cada 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una iniciativa impulsada por la Federación Mundial de Obesidad (World Obesity Federation) en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su propósito es generar conciencia sobre esta enfermedad crónica que afecta a más de 1,000 millones de personas en el mundo y que representa uno de los principales retos de salud pública del siglo XXI.
Los especialistas consideran que la obesidad no solo es un factor de riesgo para enfermedades como la diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, sino que también está relacionada con problemas de salud mental y una menor esperanza de vida.
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La realidad es que el sobrepeso y la obesidad han alcanzado niveles alarmantes en todo el mundo, convirtiéndose en una de las principales amenazas para la salud pública y el desarrollo económico.
Según la OMS en 2022, más de 1,900 millones de adultos tenían sobrepeso y 650 millones padecían obesidad. Y consideró que es aún más preocupante la creciente incidencia en la infancia: aproximadamente 39 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso en 2020.
Impacto económico
La tendencia alcista sobre los niveles de obesidad no solo es una crisis de salud, sino también un problema socioeconómico. Los especialistas asocian a la obesidad con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diversos tipos de cáncer, enfermedades que generan una demanda alta de servicios de salud.
Por ello, representa un costo financiero para los sistemas de salud y además, disminuye la productividad laboral, lo que impacta directamente en la economía global.
De acuerdo con el Atlas Mundial de la Obesidad del 2023, el costo global de la obesidad se estima en 4.3 billones de dólares anuales, equivalente al 3% del PIB mundial. En México, los gastos médicos asociados a la obesidad y sus comorbilidades representan un impacto significativo en el presupuesto del sector salud.
México en crisis de obesidad
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) coincide en que las enfermedades derivadas de la obesidad son una de las principales causas de muerte en el país. La diabetes mellitus tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y los padecimientos musculoesqueléticos están directamente relacionados con el exceso de peso.
Incluso, la obesidad infantil ha alcanzado niveles críticos: uno de cada tres niños mexicanos sufre sobrepeso, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta.
Esta crisis de salud pública se debe a múltiples factores, entre ellos: malos hábitos alimenticios, con un alto consumo de ultraprocesados y bebidas azucaradas, sedentarismo, agravado por la falta de espacios para la actividad física y factores socioeconómicos, que dificultan el acceso a alimentos saludables.
Ante esta emergencia, el Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) liderado por el Dr. Simón Barquera Cervera en conjunto con los institutos nacionales de salud, hospitales de Alta Especialidad y organismos gubernamentales, sociedades profesionales, instituciones académicas, organismos internacionales y la sociedad civil, desarrolló el Plan Nacional para Detener la Obesidad 2030, con el objetivo de frenar el avance de esta enfermedad en México. Barquera comentó que se debe de actuar, ya.
“Estamos fuera de rumbo, respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se propusieron en el 2030, la obesidad se considera como un factor de riesgo, no como una enfermedad”, dijo en una conferencia que se realizó en la Academia de Medicina de México.Insistió en que es fundamental, considerar este problema como una prioridad en la agenda política y pública.
“El 36.9% de los adultos en México viven con obesidad (41% en mujeres y 32.3% en hombres), la prevalencia de obesidad de 5 a 11 años es de 18.1% (22.4% en hombres y 13.6% en mujeres) y la prevalencia de sobrepeso más obesidad en menores de 5 años es de 7.7 por ciento”.
Sin embargo, las estimaciones son que para 2030, México podría tener una prevalencia de obesidad en adultos del 45% y para el 2040 de 48 por ciento. “El objetivo nacional del Plan es alcanzar una prevalencia de obesidad en adultos menor al 38% para 2030”.
Explicó que mediante un modelo de microsimulación, se encontró que con una reducción de 40 kilocalorías al día por cada persona, se lograría el objetivo planteado. El plan incluye propuestas de medidas fiscales, del etiquetado de advertencia, regulación del entorno escolar, guías de alimentación, entre otros.
El plan es una estrategia basada en evidencia científica que busca reducir la obesidad mediante políticas públicas efectivas. Este plan se alinea con las recomendaciones internacionales de la OMS y la OPS.
La obesidad no es solo un problema de salud, sino una crisis global con graves repercusiones económicas y sociales. Combatirla requiere un enfoque integral que involucre a gobiernos, empresas y ciudadanos. Con medidas de prevención adecuadas, educación nutricional y acceso a una alimentación saludable, es posible frenar esta epidemia y mejorar la calidad de vida a nivel país y a nivel global, concluyeron los especialistas.