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Trump insiste en el fraude, pero al paso de los días no lo encuentra
Después de una semana de las elecciones el presidente insiste que hubo irregularidades, pero no hay elementos que sustenten lo dicho.

Foto: Reuters
Washington. La mayoría de los argumentos sobre “el gran fraude” esgrimidos por los abogados del presidente y candidato Donald Trump se desvanecen al paso de los días. Incluso, entre los aliados de Trump, reconocen el inútil esfuerzo por demostrar lo inexistente.
Otros han explicado que no hay nada de malo en llevar a cabo el esfuerzo. “¿Cuál es la desventaja de complacerlo?”, comenta un cercano al presidente al diario The Washington Post.
Una de las escenas más lamentables que se han visto al respecto es en Pensilvania. Uno de los abogados de Trump hizo lo imposible para evitar reconocer que su gente sí estuvo presente en el recuento de votos. Horas antes, el abogado pidió a un juez que suspendiera la votación. El juez Paul Diamon, al demostrarle que sí había gente de su equipo lo encaró y le dijo: “Lo siento, entonces cuál es tu problema”.
Pese a lo anterior, ayer 11 de noviembre, volvió a tuitear sin pruebas que había ganado las elecciones y había sufrido una manipulación de votos, pese al consenso de observadores internacionales, líderes mundiales, funcionarios electorales locales y medios de comunicación de que la votación del 3 de noviembre fue transparente y no mostró ningún indicio creíble de fraude.
Trump criticó una encuesta “posiblemente ilegal” justo antes de la jornada electoral que, según él, desanimó a los votantes republicanos al mostrarlo 17 puntos detrás de Biden en Wisconsin, aunque la carrera estaba empatada.
Aunque Biden fue declarado ganador en Wisconsin, el presidente añadió que se encaminaba a ganar en ese estado.
Algunos republicanos se sumaron a los crecientes llamados para que el presidente asuma que perdió, y expertos advirtieron que su negativa a hacerlo perjudicaba el proceso democrático y retrasaba la transición hacia un gobierno de Biden, cuya investidura está programada para el 20 de enero del 2021.
País dividido
El vicepresidente Mike Pence pidió ayer 11 de noviembre, por la mañana a congresistas de su partido que no rompan filas alrededor del presidente Donald Trump.
Pero la ventaja del demócrata en varios estados clave es insuperable y no parecería cambiar incluso si prosperaran las demandas judiciales, o luego del recuento previsto en Georgia, un bastión republicano en el que se proyectó el triunfo de Biden.
En un Estados Unidos dividido, el presidente Donald Trump y el presidente electo Joe Biden honraron el día de ayer 11 de noviembre, por separado a los soldados estadounidenses, un tradicional momento de unidad nacional empañado por la negativa del mandatario republicano a reconocer su derrota ante su rival demócrata.
“Como comandante en jefe, he luchado sin descanso para apoyar a los veteranos de Estados Unidos”, dijo Trump.