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Finanzas Personales

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No son lo mismo corto y largo plazo

Hablaremos sobre las inversiones de corto plazo, que son aquellas en las que no buscamos crecimiento importante de recursos sino proteger el poder adquisitivo del dinero.

En la primera entrega de esta serie comentamos ampliamente acerca de la diferencia que tiene invertir a corto o a largo plazo, atendiendo al riesgo que podemos asumir (que es variable más importante).

En el corto plazo, mencionamos, nuestro objetivo no es buscar un crecimiento importante de nuestro dinero.

Desde luego queremos invertir para ganar intereses. Estos intereses deben ser suficientes para buscar proteger, primordialmente, el poder adquisitivo del dinero que estamos ahorrando (y quizá ganar un poquito más).

Es indudable que los montos que hemos dispuesto para el corto y mediano plazo obedecen muchas veces a distintos objetivos y circunstancias, y es por ello que debemos tomar en cuenta el carácter de los mismos antes de tomar cualquier decisión de inversión.

A continuación algunos comentarios al respecto:

1- El dinero para el día a día. Como sabemos, los instrumentos más adecuados para manejar y llevar un control sobre los recursos que utilizamos día con día, son las cuentas de cheques o las tarjetas de ahorro que nos ofrecen todos los bancos. Estas cuentas por lo general no pagan intereses, o bien, ofrecen rendimientos que están muy por abajo del índice inflacionario, aunque a cambio nos ofrecen una gran variedad de servicios que nos brindan comodidad, seguridad y sencillez.

Por ello, son productos que deben ser aprovechados para administrar únicamente la cantidad de dinero que requerimos para efectuar nuestras operaciones cotidianas. Nunca para ahorrar o invertir hacia otro objetivo. Los excedentes convendrá invertirlos en instrumentos que sí nos garanticen rendimientos reales, ya que de lo contrario, perderán su poder adquisitivo, y con ello el atractivo de ahorrarlos.

2- El fondo para emergencias. Como ya hemos comentado en varias ocasiones, todo el mundo debería contar con un fondo para cubrir emergencias, que equivalga por lo menos a entre tres y seis meses de gasto familiar corriente (o más, dependiendo de nuestras necesidades y situación particular). Este dinero debe estar invertido en instrumentos que por lo menos protejan su poder adquisitivo, ya que, afortunadamente es posible que no tengamos que utilizarlo en un periodo prolongado de tiempo, y sería lamentable que al momento de necesitarlo, no fuera suficiente.

Sin embargo, por su característica propia, el fondo de emergencias tiene que estar disponible en todo momento, por lo que la inversión ideal para este tipo de recursos, debe combinar adecuados rendimientos y una alta liquidez.

Hay diversos productos que pueden ser útiles para estos fines, como las cuentas bancarias de inversión que pagan intereses equivalentes a Cetes de 28 días y que ofrecen disponibilidad diaria o a 48 horas, o bien, las sociedades de inversión en instrumentos de deuda que invierten exclusivamente a plazos muy cortos y brindan liquidez diaria, algunas de las cuales son accesibles para cualquier persona sin importar el monto de su inversión.

3- El dinero para gastos ocasionales o para proyectos específicos de corto o mediano plazo. Muchas veces tenemos objetivos específicos que queremos cumplir en un plazo relativamente corto, o bien, es posible que se aproximen gastos fuertes, como la renovación de nuestras pólizas de seguros, el pago de tenencias o las vacaciones familiares, compromisos para los cuales queremos estar preparados y separar una parte de nuestros ingresos para afrontarlos sin problemas.

Por lo general sabemos con cierta exactitud cuándo vamos a requerir de estos recursos, por lo que podemos programar de una manera más precisa nuestras inversiones. Por ello, nos es posible tener acceso a una mayor gama de instrumentos poco volátiles, que nos den la seguridad y el rendimiento que necesitamos, entre los cuales podemos mencionar los siguientes: pagarés o certificados de depósito bancarios a distintos plazos, ya sea en pesos (cuidando que la tasa de interés que nos ofrecen sea mayor a la inflación esperada del periodo) o en Udis; sociedades de inversión en instrumentos de deuda cuyo plazo de revolvencia y liquidez ofrecida sea acorde con nuestras necesidades; la subcuenta de aportaciones voluntarias de nuestra afore y/o cualquier otro instrumento similar.

Te invito a que me envíes tus preguntas, dudas y comentarios a través de mi página en Internet: www.planeatusfinanzas.com

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