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El efectivo como medio de pago
Dada la importancia que los billetes y monedas tienen en la actualidad, es indispensable saber manejarlos adecuadamente y controlar su uso.
A pesar de todos los avances tecnológicos que se han logrado en materia bancaria, el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en nuestro país. De hecho, es impresionante contar el número de establecimientos en la República Mexicana que no aceptan pagos con tarjetas.
Incluso, el simple hecho de preguntar causa sorpresa y desconcierto. Esto a pesar de las desventajas que tiene actualmente el uso del efectivo, entre las cuales están las siguientes:
a) Inseguridad. Dado el incremento en los niveles delictivos que hemos experimentado en todo el país, siempre estamos expuestos a que nos roben el dinero que portamos.
b) Incomodidad e indiscreción. Portar grandes cantidades de efectivo, un fajo o una bolsa llena de billetes o monedas es sumamente incómodo y evidente.
c) Riesgo de falsificación. Lamentablemente circulan muchos billetes falsos en nuestro país (más en unas zonas que en otras).
d) Falta de control. ¿Cuántas veces no hemos dicho el dinero se me va como el agua ? Esto es precisamente lo que sucede cuando utilizamos efectivo para la mayor parte de nuestras transacciones. Simplemente se nos acaba sin saber por qué.
La forma de lidiar con la mayoría de estas desventajas es, sin duda, el uso de medios alternativos de pago, como el cheque o las tarjetas de débito o de crédito, productos de los cuales ya hemos comentado con amplitud en el pasado.
Sin embargo, dada la importancia que el efectivo todavía tiene en la actualidad, es indispensable saberlo manejar adecuadamente y controlar su uso. Por ello, es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Siempre porte un poco de efectivo consigo. Esto le ayudará a salir avante en situaciones de emergencia, a sufragar gastos cotidianos como pueden ser estacionamientos, propinas, etcétera.
2. Úselo lo menos posible. En la medida de lo posible trate de utilizar medios de pago distintos al efectivo. Tanto las cuentas de cheques como las tarjetas de débito o crédito le ofrecen una forma mucho más sencilla de llevar el control de su presupuesto. Simplemente, el estado de cuenta mensual puede representar una fotografía de sus hábitos de consumo.
3. Controle sus retiros en cajeros automáticos. Trate de programar los retiros que realizará y limitarlos a un cierto monto a la semana. De esta manera, podrá lograr un mejor control de sus recursos líquidos.
4. Lleve un control de sus gastos en efectivo. Anote en una pequeña libreta o en su teléfono celular/agenda electrónica todo lo que gastó en efectivo durante el día y regístrelo al llegar a casa en un cuaderno o en su computadora, de la misma manera como lleva los movimientos de sus cuentas bancarias. De esta forma podrá ver cuándo, cómo y dónde se le ha ido su dinero y podrá programar mejor sus gastos.
5. Ahorre. Si usted no está acostumbrado a ahorrar o tiene grandes dificultades para hacerlo, una buena forma para comenzar es metiendo en una alcancía todas las monedas que le quedaron al final del día. Cuando se llene y la abra, seguro que se llevará una grata sorpresa. Es importante mencionar que este esquema no debe ser el único que practique, debe ser complementario a otras técnicas de ahorro que usted pueda llevar a cabo.
Finalmente, es prudente comentar que dada la importancia del efectivo como medio de pago y a consecuencia de las grandes desventajas que conlleva su uso, algunas empresas especializadas en medios de pago han lanzado programas piloto para implementar lo que se conoce como monedero electrónico , como un sustituto del efectivo. Aunque dista mucho de ser una realidad, el concepto es interesante y lo abordaremos en la siguiente colaboración.
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