Lectura 4:00 min
Apretón en gasto público tira la inversión fija en el primer trimestre de 2025
El gasto en capital total cayó 4.9% interanual arrastrado por un desplome de 22.4% de su componente público; excluyendo el pandémico 2020, se trata del peor dinamismo desde el 2009.
El leve repunte que tuvo en marzo del 2025 no impidió que la inversión fija ejercida en México tuviera un descenso interanual acumulado durante el primer trimestre de 4.9%, lo que significó su peor dinámica para un inicio de año desde el pandémico 2020, mostraron cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) publicadas este miércoles.
El año en el que irrumpió el Covid-19, la llamada formación bruta de capital fijo –gastos en maquinaria y construcción para nueva capacidad productiva– decreció 7.9% en el primer cuarto del año, pero si se descuenta ese período –por atípico–, la caída del primer trimestre de este 2025 resulta la mayor para un período comparable desde el 2009, año de la Gran Recesión mundial, cuando se desplomó 12 por ciento.
Te puede interesar
La contracción vista de enero a marzo se explica mayormente por el desplome de la inversión pública, que se contrajo 22.4%, siendo el mayor recorte para un primer trimestre desde 1996, cuando se retrajo 26.5 por ciento.
Esto ocurre en momentos en los que el gobierno mexicano gestiona la reducción de su déficit fiscal, que alcanzó en el 2024 un nivel de 5.7% del Producto Interno Bruto (PIB), un máximo de, cuando menos, 35 años, justificado en su momento en la premura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador por concluir obras icónicas como el Tren Maya.
La inversión privada, por su parte, tuvo un descenso más moderado, de 2.5%, que de cualquier forma es el peor resultado desde la contracción de 3.3% del 2021.
Por rubro de gasto, la caída de la inversión fija estuvo relativamente equilibrada. El componente de maquinaria y equipo descendió 4.7% (las compras de producto nacional bajaron 2.4% y las de bienes importados, 6.3 por ciento).
En tanto, el de construcción cayó 5%, arrastrado por una caída de 16.4% en el rubro de obra no residencial, donde tiene un peso significativo la obra pública.
Resultados mensuales
Al considerar únicamente el mes de marzo, la inversión fija creció 0.3% en comparación con febrero, con lo que hiló dos meses de reactivación, pero a un ritmo débil, que no compensa las caídas de 2.8% de diciembre, ni la de 1.7% de enero.
El leve repunte de marzo se fundamentó en la inversión en construcción residencial –de capital mayoritariamente privado–, ya que subió 1.7%, mientras que la no residencial bajó 0.8 por ciento.
Incertidumbre, lastre
La caída de la inversión al inicio del 2025 coincide con la incertidumbre detonada por cambios políticos en Estados Unidos y México que impactan el entorno de negocios.
En el frente internacional se vivió el endurecimiento de la política arancelaria de Washington, que afectó a incluso a los socios comerciales con los que tiene tratados comerciales, como México y Canadá, lo que ha generado dudas respecto del futuro del T-MEC y de la integración comercial de América del Norte.
En tanto, en el frente doméstico persiste la expectativa sobre la implementación de reformas constitucionales como la judicial, energética y la que mandata la reorganización del ecosistema regulatorio de competencia y telecomunicaciones.
Si bien el PIB de México creció 0.2% trimestral de enero a marzo y esquivó la recesión técnica –había caído 0.6% en el cuarto trimestre del 2024–, los pronósticos de crecimiento de la economía mexicana para este 2025 se han reducido paulatinamente.
Apenas este lunes, la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que realiza el Banco de México, arrojó una reducción de la media de crecimiento pronosticada a apenas 0.08%, desde el 0.11% del abril y ya lejos del 1.17% que se esperaba en diciembre del 2024.
