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Sé un líder que juegue en el juego infinito
En el juego infinito no se tienen competidores porque no hay metas, es más bien quién va a la punta y quién va atrás.

Simon Sinek, experto en eficiencia organizacional, durante su participación en WOBI. Foto: Daniela Elias
En la actualidad las empresas juegan en un mundo infinito, compiten con un gran número de ofertas de productos y servicios, algunas se obsesionan con el futuro y otras con ganarle al competidor, entonces ¿cómo permanecer en el mercado y ser líder en el sector?
Simon Sinek, experto en eficiencia organizacional mencionó que se requiere dejar de ver al resto como competidores y comenzar a verlos como rivales, porque algunos son mejores y sus fortalezas son nuestras debilidades y hay que aprender de ellos.
Durante su participación en el World Business Forum; Super Minds, organizado por WOBI, dijo que en el juego infinito no se tienen competidores porque no hay metas, “cualquiera puede decir que es el ganador porque puedes seleccionar el tiempo y el sector en el que juega, cualquiera puede ser ganador. Nadie gana, es más bien quién va a la punta y quién va atrás”.
El problema de las empresas es pensar en una estrategia infinita, porque se piensa a largo plazo, y los avances tecnológicos incitan a tomar acciones a corto plazo. Lo ideal es anticiparte al cambio pero ponerse metas a corto, sin dejar de lado el ser visionario.
Lo recomendable es tener flexibilidad existencial, es decir, anticiparse al cambio y no aferrarse a estar en confort.
Por ejemplo, la causa de Steve Jobs era empoderar a las personas a partir del valor que la tecnología brindaba, en particular la computadora personal, pero al visitar las instalaciones de Xerox conoció la interfaz de usuario que permite el uso de la computadora de escritorio a partir del mouse.
Ello lo incitó a cambiar la estrategia y aunque un ejecutivo le dijo que hacerlo implicaba echar a la “basura” horas de trabajo y dinero, Steve pudo vislumbrar que si no se aventuraba a hacer el cambio, otro lo haría y los dejaría fuera del mercado, entonces dio un giro estratégico y se movió hacia una nueva idea, creyó que lo adecuado era ajustar el rumbo, así nació Macintosh.
“Una flexibilidad existencial necesita una causa justa y tener equipos que confíen unos en otros, porque pondrán al equipo en estrés”.
Crea ambientes de confianza para el colaborador
Simon también habló de la necesidad de crear ambientes de confianza, donde los colaboradores crean el uno en el otro, porque junto sacarán adelante a la compañía y le brindarán al cliente una buena experiencia.
“De eso se dio cuenta Four Seasons, que creó un entorno en el que los unos pueden confiar en los otros”, donde todos se apoyan y el resultado se refleja en el trato al cliente, que se sienten como si estuvieran en casa.
“La responsabilidad de los líderes es crear el entorno para que la gente se sienta cómoda para trabajar”, precisó Simon.
Por último dijo que un empleado que se siente con una causa para permanecer en el trabajo, difícilmente lo cambiará, por ello hay que darles una “causa justa”, reconocer su trabajo y que sepan que su labor es valiosa para la empresa y para el futuro, darles algo más que un sueldo.