“No sirve administrar los mercados con base en criterios políticos”: Nextel

Nextel es como David compitiendo con Goliat, dice Gustavo Cantú, vicepresidente corporativo de Nextel. Lo de Goliat puede ser claro, pero ¿por qué David? Nextel tiene 3 millones de clientes en México y generó ingresos por 2,165 millones de dólares en el 2011. Las telecomunicaciones son un mundo raro, donde el David es un pequeño singular: tiene que invertir 1,500 millones de dólares para seguir vivo y crecer. Con esa inversión está instalando la primera red nueva que se construye en 10 años en México. Es una red 3G que se lanzará en septiembre y le permitirá pasar a otro nivel: Hemos sido una empresa que ofrece servicio de voz y conexión directa. Seremos una que ofrecerá, además, transmisión de datos a alta velocidad .

¿Cuál es el papel de los jugadores pequeños en un mercado de gigantes? ¿Cuál es la lección de Nextel?

La historia de David y Goliat es muy interesante porque se da muy rara vez. Como evento es tan raro que mereció un capítulo en la Biblia. La lección de Nextel es que te tienes que dedicar a tu negocio. Entender muy bien cuál es tu nicho y concentrarte en él para crecer. Nextel creció en un nicho de necesidades de voz a precios accesibles para usuarios que requieren de hablar mucho. La segunda lección es que hay que ser muy ágil para atender a tus clientes. Por último, es importante tener una estrategia para conseguir y desarrollar recursos humanos de calidad. Queremos gente con capacidad de aprendizaje. Somos una empresa 100% pública, en la que muchísimos de los empleados tenemos participación accionaria. Lo que pasa con la empresa te afecta directamente.

Ustedes participan en un sector donde el regulador tiene un papel muy importante, protagónico, ¿cómo les va con eso?

El último año ha funcionado muy bien el regulador. A muchos les puede gustar o no el estilo de Mony de Swaan, pero le ha impreso una buena dinámica a la Cofetel. Lo más importante es que el regulador deje que todo el mundo haga todo lo que pueda hacer.

Dejar de administrar los mercados con base en criterios políticos. Soy de los que cree que si una telefónica quiere tener acceso a televisión restringida, lo mejor es que se lo den. Si hay un tema de interconexiones con ese operador, que se atienda en la ventanilla respectiva. Uno de los errores que ha cometido el gobierno es tratar de hacer un gran acuerdo en un sector donde no va a haber un gran acuerdo, porque muchos basan sus planes de negocio en los beneficios o perjuicios regulatorios. Mientras se pierden en estos vericuetos, tenemos una serie de problemas de competitividad que se están dejando venir.

¿Cuál ha sido el mejor momento de Nextel y cuál el más amargo?

El mejor momento fue cuando lanzamos nuestras nuevas redes. Cuando empezamos a lanzar nuestra nueva plataforma tecnológica.

Han sido momentos muy emocionantes que demuestran que se trata de una empresa que puede seguir creciendo y evolucionando.

El peor momento fue precisamente el relacionado con la Licitación 21, cuando había incertidumbre. En ese momento pendían de un hilo muchos de nuestros planes. Podríamos pasarnos años sin lanzar una nueva plataforma tecnológica. La solución favorable nos permitió aumentar nuestro espectro (de 21.9 a 52.6 megahertz) y prepararnos para hacer más cosas.

¿Cómo es el consumidor mexicano?

Hay un segmento que adopta las nuevas tecnologías a un ritmo vertiginoso. Hay otro segmento que sigue buscando cosas muy básicas, que no termina de entender para qué le sirven todas estas cosas nuevas. En México hemos sido lentos para generar transaccionalidad en las redes, para hacer que la gente compre cosas. Hay tecnologías para que el celular sea tu tarjeta de crédito, que no hemos adoptado plenamente. En otros países menos desarrollados, han avanzado más. Tenemos el caso de Kenia con las operaciones financieras a través del celular.

¿Cómo está México comparado ?con otros países?

El desarrollo no llega a todos al mismo tiempo… Ya no se habla de a qué país llega, sino a qué parte de la sociedad llega. El desarrollo tecnológico de las clases tecnificadas de México es igual que el de las de Europa, Japón o Estados Unidos. La respuesta de dónde está el país depende de a quién le preguntes. Como sociedad, México tiene mucho qué hacer: sigue siendo baja la penetración de banda ancha. Es ínfima la proporción de la gente que tiene acceso a redes de trasmisión de datos de alta velocidad.

Es más alta que en Colombia o Perú, pero sigue estando abajo en comparación con las de los países desarrollados. Estamos en el sótano de la OCDE en cuanto a la capacidad de usar esas herramientas. Es una limitación importante al desarrollo. Al mismo tiempo significa que hay muchas oportunidades para crecer.