Ingenieros se deslindan de apoyo a obra de Santa Lucía
Al menos seis gremios afiliados condenaron que el presidente del organismo hablara a nombre de la agrupación.
Al menos seis gremios afiliados condenaron que el presidente del organismo hablara a nombre de la agrupación.
El sorpresivo apoyo que mostró al proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) el jueves pasado el presidente de la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros (UMAI), Salvador Landeros, ocasionó que por lo menos seis de los afiliados mostraran su inconformidad, por lo que ya le solicitaron formalmente una explicación y, de ser el caso, se pide una sanción por actuar sin consultarlos.
El Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles (FEMCIC) e Ingeniería, Sociedad y Política, Asociación Civil (ISPAC), son algunos de los organismos que le enviaron cartas en las que reiteran que seguir con el aeropuerto de Texcoco era, técnicamente, la mejor opción.
Durante la celebración del Día del Ingeniero, Landeros refirió que luego de analizar el informe de las razones para la cancelación de la terminal que se construía en Texcoco, y de escuchar a sus agremiados, expertos en diversas especialidades, estaba convencido, “libre de compromisos creados y sin conflicto de intereses”, de que se tomó la mejor decisión en términos técnicos, sociales económicos, ambientales, financieros y jurídicos.
Su comentario fue contrario al que escribió el 5 de septiembre del año pasado, tras recibir las conclusiones de los afiliados a la UMAI sobre los dos proyectos (a petición del presidente Andrés Manuel López Obrador), en la que hubo consenso por la falta de información de la terminal en la base militar de Santa Lucía. El ingeniero escribió entonces: “En tanto no cambien las condiciones relacionadas con seguridad aérea y los efectos financieros, legales y económicos que implicarían la cancelación del NAIM, es recomendable que se continué con el proyecto”.
El Economista buscó lo opinión del presidente de la UMAI (ingeniero mecánico-electricista y doctor en telecomunicaciones) y la respuesta fue que estaba fuera del país.
El también profesor de la UNAM ha colaborado antes en proyectos académicos con el director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Gerardo Ferrando. Además, participó, en noviembre del 2017, en un homenaje al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
Con fecha de este lunes y con acuse de recibido, el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), que técnicamente es la referencia del sector a nivel nacional, se deslindó de los comentarios de Landeros porque antes se había analizado el tema con expertos en diversas áreas y porque se actuó a cuenta propia.
En su momento, el colegio expuso que por falta de información “no se reunían las condiciones que permitieran emitir una opinión concluyente sobre el anteproyecto de un nuevo aeropuerto en la Base Militar de Santa Lucía, situación que, consideramos, prevalece a la fecha”.
Por su parte, la FEMCIC, señaló que las declaraciones del Dr. Salvador Landeros fueron realizadas a título personal y que ellos “nunca” cambiaron su opinión al respecto, por lo que no coinciden en que la terminal que se planea construir sea la mejor opción.
“El hablar de ingeniería en su conjunto tiene una gran responsabilidad y en este orden de ideas consideramos que hacer declaraciones públicas en nombre de la ingeniería en México implica contar con el consenso necesario por parte de quienes hacemos la ingeniería en el país”, informó su presidente, Alejandro Guevara.
alejandro.delarosa@eleconomista.mx