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La globalización y las pymes
El proceso de globalización plantea la oportunidad de mejorar las condiciones de acceso a mercados que anteriormente se hallaban más fragmentados. Las pymes deben aprovechar este escenario para crecer y generar empleos de calidad.
La globalización como concepto adquiere cada vez más fuerza, puesto que es considerada por algunos como un proceso beneficioso, y que se ve como un punto crucial para el desarrollo económico del mundo.
Ésta además, es inevitable e irreversible, pero hay quienes la ven con hostilidad o incluso con miedo porque consideran que provoca mayor desigualdad en el interior de cada país, amenaza el empleo, a las condiciones de vida y obstaculiza el progreso social.
La globalización ofrece grandes oportunidades para alcanzar un desarrollo verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme.
Algunos países se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. Por ejemplo, hay casos de algunas naciones en donde el crecimiento económico ha sido más rápido y por ende la pobreza ha disminuido.
Como resultado de la aplicación de políticas de apertura al exterior, la mayor parte de los países de Asia oriental, que se contaban entre los más pobres del mundo hace 40 años , se han convertido en países dinámicos y prósperos.
Integración en el Siglo XX
La globalización no es un fenómeno reciente, sin embargo, nunca como ahora el comercio y los servicios financieros habían estado tan desarrollados e integrados.
Su principal consecuencia es que en el siglo XX se quintuplicó el Producto Interno Bruto (PIB) mundial per cápita.
El proceso de globalización plantea la oportunidad de mejorar las condiciones de acceso a mercados que anteriormente se hallaban más fragmentados.
Los flujos de información, tecnología y capital han sido los que más han incrementado su movilidad y por consiguiente constituyen los mercados donde más han mejorado las condiciones de acceso para economías con menor capacidad.
El proceso de globalización también crea nuevas oportunidades e incrementa la competencia, sienta las bases para el establecimiento de nuevas alianzas empresarias y sociales, y contribuye a la desarticulación de los oligopolios establecidos.
Sin embargo, podemos encontrar algunos riesgos como que el marginamiento de los más pobres se ha visto en aumento por el hecho de que los países más avanzados tienden a concentrar la asistencia para el desarrollo en los países pobres que menos manifiestan una voluntad de movilizar todos sus recursos para salir adelante por sí mismos.
El papel de las pequeñas y medianas empresas (pymes) es que deben ser vistas del lado de las oportunidades porque sólo aprovechándolas, no únicamente permanecerán sino que crecerán, generando empleos con calidad y riqueza para el país.
*Aspirante al Doctorado en Administración de la *Universidad Anáhuac México Sur, y dirigido por Dr.Carlos Miguel Barber Kuri
