México detecta nuevo brillo y sombras en el Mundial de Atletismo

Diecinueve atletas mexicanos aterrizaron en Tokio, Japón en la espera de sentir un sol naciente para nuestro país. Han pasado 22 años desde la última vez que se cantó el himno nacional en un Mundial, con la medalla de oro en la prueba de los 400 metros de Ana Guevara.

Los marchistas mexicanos (en los 20 y 35 km) son mayoría – con 10 – dentro del grupo de atletas que también tiene especialistas en los 100, 200 y 5000 metros, Maratón, salto de altura e impulso de bala. Uziel Muñoz y Miriam Sánchez fueron los dos primeros nombres que proyectaron a México entre los mejores del mundo, en el lanzamiento de bala (medalla de plata) y los 200 metros (semifinales), respectivamente.

Más atletas en una disciplina no siempre es igual a estar en el puntero de los resultados. Juan Luis Barrios, ex medallista panamericano (5 veces) y dos veces olímpico proporcionó a El Economista un balance de la representación mexicana.

“México llegó a Tokio con menos participación que en otros Mundiales, pero con más eficiencia. Después de dos ediciones sin medallas, Uziel Muñoz logró una plata histórica en bala y demuestra que se puede competir en pruebas donde antes parecía imposible. Eso nos obliga a creer y apostar más fuerte por procesos bien estructurados, con preparación integral y presencia internacional constante. Lo mismo podemos pensar de la joven atleta Miriam Sánchez quien llegó a semifinales de los 200 mts. Eso confirma que, aunque no todos llegan para pelear medalla, sí existe potencial real en lanzamientos, caminata y medio fondo para meternos a finales y soñar con más podios en los próximos años. (...) Eduardo Herrera – 5000 metros – tiene el potencial de llegar a la final y de lograr una muy buena posición”, dijo desde la ciudad nipona, el ahora entrenador de atletismo.

Uziel ya con experiencia como finalista olímpico en París 2024, superó en Tokio 2025 su propia marca (21.97 metros) y dio a México su primera presea mundialista en pruebas de lanzamiento. Su medalla de plata terminó con una sequía de este metal desde 2017, cuando Guadalupe González la ganó en el Mundial de Londres 2017. El atleta chihuahuense figuró como el único deportista latinoamericano que disputó las medallas de esta prueba.

“Uziel era una expectativa del 70% de probabilidad, no del 100, pero tampoco del 50% porque fue finalista olímpico y después de su cirugía (de tobillo a principios de este año) fue muy consistente en su proceso de clasificación al Mundial. Hizo marcas por arriba de los 21 metros (...) Tener a Uziel como el único hombre de la región latinoamericana que está en el spot, pues es muy bueno, pero el problema con el resto de las pruebas es que, ya no tenemos la consistencia para traer tres maratonistas, hombres o mujeres, ni para que compitan en un nivel que queden en un segundo o hasta tercer grupo. Creo que hay una ambivalencia entre el campo, que trae una generación muy buena y la pista en velocidad. Hay chicos sub 23 que están en un proceso muy positivo y agradable de crecimiento, pero en las pruebas de fondo y marcha está totalmente desbalanceado”, comentó a este medio, Katy López, periodista especializada en atletismo, que cubre el Mundial en Tokio.

Existe otra cuestión: clasificar a un Mundial no siempre resulta en mantener un buen nivel. Los vacíos en los procesos de preparación rumbo a Tokio 2025 son responsabilidad integral y no solo depende del atleta alcanzar un podio. A largo plazo, sin el seguimiento deportivo, algunos atletas se han alejado de las competencias. Luis Ferreiro (400 mts) participa en el programa Exatlón y Paola Moran (velocista) se encuentra en España estudiando una maestría.

“El gremio más grande de nuestra delegación es la marcha y el maratón, pero de ahí a tener a Alegna González (marchista) y a Eduardo Herrera (velocista) como finalistas o un Top 8 sería muy positivo. En marcha 20 km llegó a Tokio la misma selección que fue a los Juegos Olímpicos de París y se espera que tengan un resultado similar, pero la caminata 35 km dejó un muy mal sabor de boca cuando no aguantaron el ritmo, ni siquiera fueron descalificados, no aguantaron el ritmo de competencia, abandonó Joel Pacheco y Margarita González fue última. Más allá de saber si tienen el nivel para clasificar, el verdadero problema es que si ya clasificaron ¿cuál fue su proceso de preparación? Además, no hay representantes mexicanos en la prueba de 1500 y 10,000 mts, aún cuando el año pasado estaba Laura Galván en los 5000 m y con probabilidad de ir a los 10,000”, analiza la periodista Katya López.

Ante las luces y sombras de la delegación mexicana en Tokio, el entrenador Juan Luis Barrios analizó sobre las lecciones que deja para México esta edición del Mundial?

“Tokio nos mostró el brillo de conquistar terreno nuevo y los vacíos de disciplinas históricas. El desafío es claro: consolidar lo ganado y trabajar con paciencia e inteligencia. Tokio deja un aprendizaje muy valioso: cuando hay trabajo especializado, planificación seria y apoyo técnico, los resultados llegan. Pero también quedaron vacíos que no debemos ignorar. En el maratón, la actuación fue discreta y nos recuerda que hay un largo camino por recorrer para recuperar la competitividad en pruebas emblemáticas de fondo. Más que verlo como un fracaso, hay que tomarlo como un reto que motiva a renovar procesos y a construir un proyecto sólido que devuelva protagonismo a los maratonistas. La marcha, que tantas satisfacciones nos dio, también dejó señales de alerta: en los 35 km por primera vez, no se lograron los resultados esperados. Eso nos obliga a replantear, modernizar métodos y a trabajar en una nueva generación que pueda retomar el rumbo”.

PROYECCIÓN DEL ATLETISMO MÁS ALLÁ DEL CAMPO

Juan Carlos Sanchez, CEO de la agencia de marketing deportivo IM Athletics, que representa a nueve atletas mujeres, entre ellas, Miriam Sánchez (corredora) y Ximena Serrano (marchista) habló con El Economista sobre el propósito de canalizar atención a este deporte.

“Hemos encontrado atletas que no comparten información de lo que están logrando, ya cuando alcanzan algo muy fuerte en una competición internacional es cuando todo el mundo voltea. Yo les digo: no es tu perfil de redes sociales, es tu plataforma deportiva, es tu currículum. En la agencia hacemos difusión de sus competencias, buscamos que se les hagan entrevistas, artículos, podcasts para que las marcas se interesen”.

La agencia que desde el 2023 inició la captación de talento con atletas que apuntan hacia los Olímpicos de 2028, les hace promoción durante la temporada y les acerca con especialistas cuando no cuentan con alguno como fisioterapeutas y nutriólogos.

El trabajo de coordinación entre los tiempos de la agencia, los entrenamientos y los estudios es algo que decide el atleta. Ximena Serrano estudia Deporte y Bienestar y su entrenador es Ignacio Zamudio Cruz. Mientras que, Miriam Sánchez estudia Ciencias de la Nutrición en la Universidad de las Américas en Puebla y lleva sus entrenamientos con Pedro Tani Martínez.

“Sabemos que la carrera de un atleta es corta, hay que aprovecharla al máximo. Aún hay camino por delante, un proyecto para Los Ángeles 2028, pero adicional al deporte también están conscientes de lo que pueden hacer enfocado a su carrera. Aparte de estudiar, entrenan. Entonces, hacemos un calendario para generar su contenido todo el mes. Buscamos no interrumpir sus actividades. Estamos muy conscientes que no podemos exigirles contenido diario o todo el tiempo, hacemos un calendario mensual y ellas van viendo cómo organizarse”.

¿Qué marcas respaldan hoy a Miriam y Ximena?

“En cuestión monetaria, justamente estamos cerrando esa parte, de que las marcas den un apoyo monetario. Hay campañas que llegan por un mes de intercambio de producto. Se busca el apoyo de las marcas por la temporada completa. A veces es un poco difícil tener el calendario de la próxima temporada, porque las competencias van saliendo conforme va avanzando el año”.