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Stefano Travaglia: el tenis como elección, pese a todo
El Abierto de Tenis de Acapulco en su edición 28 tendrá en escena al tenista italiano, quien por convicción tomó el tenis como vida profesional a pesar del accidente que lesionó una arteria de su muñeca derecha. Una historia de recuperación con la inspiración de David Ferrer y Andy Murray.

Stefano Travaglia ocupa su tiempo libre para salir a pescar en Italia. Lo hace en un río cerca de su casa, del cual desconoce el nombre, pero describe que está en medio de una montaña, donde el agua baja de ella, se agranda, forma un lago y vuelve después al río hasta llegar al mar a los 30 kilómetros.
Pescar a los 29 años de edad y con una trayectoria de 13 años como tenista profesional es una actividad que le funciona como tranquilizante, para recargar energías y despejar su mente en los tiempos que no está en competencias de la ATP.
Seguramente, esos momentos de tranquilidad eran impensables hace una década cuando enfrentó una gran prueba de vida en los primeros años de su carrera. Un accidente al caer de las escaleras de su departamento le causó varias lesiones en el brazo derecho; en el choque, un cristal le cortó una arteria de la muñeca y en consecuencia se enfrentó a un largo proceso de recuperación con pocas esperanzas de dedicarse plenamente a jugar. Se sometió a una cirugía dos días después del accidente, que lo dejó fuera del tenis durante un año en el que tuvo que recuperar la sensibilidad en la mano.
“Hace muchos años tuve dos lesiones graves, una en la muñeca y una en la espalda. Tardé mucho en recuperarme al 100% debido a que tardé bastante tiempo en encontrar la solución correcta a la lesión. Ahora es más fácil, la tecnología está muy avanzada y seguramente se encuentra más rápido el problema y es más fácil la solución así que se puede volver más rápido a las pistas a competir”.
¿Cómo observas que ha avanzado la medicina para curar este tipo de lesiones?
“Evolucionó mucho la tecnología para encontrar lesiones y para sanarlas, es lo más sorprendente porque además es fundamental en nuestro campo para poder volver más fuerte que antes a competir”.
Con el accidente y los pronósticos, Travaglia tuvo la opción de dedicarse a la contabilidad de una compañía como una ruta de vida y sustento, pero el camino más fácil no es para los atletas que tienen la convicción de seguir pese a todo.
Desde 2019, está entre los 100 tenistas del mundo del ranking ATP, con experiencia en dos Grand Slams (Roland Garros y Australian Open), y tiene como referentes a David Ferrer y Andy Murray.
“David es mi más grande Ídolo. Siempre veía sus partidos por televisión y, cuando jugaba en Roma, viajaba solo para ver sus partidos. Es un ejemplo de gran tenista que trasmitió una gran energía positiva. Su imagen me ayudó mucho a trabajar duro día a día y cuando las cosas no salían bien, le aprendí a cómo mantener la cabeza en alto y seguir trabajando. Por ahora no estamos en contacto, pero cuando nos cruzamos en algún torneo hablamos. (En la etapa de recuperación) vi muchos documentales sobre atletas que se lesionaron y volvieron a competir. Una historia que me representa es la de Andy Murray, que tuvo una lesión muy grave y sigue compitiendo con ganas de mejorar. No es fácil volver a competir después de lesiones, pero es más difícil volver a competir después de las lesiones y ganar”, menciona Travaglia en entrevista con El Economista.
Sus entrenadores, Simone Vagnozzi, Davide Cassinello, y el preparador físico Rodrigo Zalynas llevan su desarrollo deportivo con cobertura en preparación mental. Stefano no considera actualmente un psicólogo deportivo porque con su equipo se siente fuerte en este aspecto. Tiene el respaldo de la experiencia. Vagnozzi jugó en el ATP Tour durante 13 años y entrenó a Marco Cecchinato, que logró tres títulos individuales ATP Tour en 2018-19, alcanzó las semifinales en Roland Garros en 2018 y fue número 16 del mundo en el 2019, la clasificación más alta de su carrera.
“Hace años cuando empecé mi carrera trabajé un poco con el coaching mental, pero la verdad, ahora no estoy trabajando con uno. Viajo con mi entrenador y preparador físico a los torneos y ellos me ayudan dentro y fuera de la pista. Creo que no es fundamental un coach mental o psicólogo pero cada tenista es distinto”.
Tres años en Argentina entrenando le dieron fluidez para hablar el español, además del inglés y su lengua materna (italiano). Y cuando viaja comenta que no puede olvidarse de Italia: "me gusta mantenerme informado sobre las cosas que pasan cuando no estoy y puede ser deporte o cosas que pasan en mi ciudad Ascoli Piceno, Italia. Cuando vuelvo a casa, las pocas veces al año, me gusta compartir momentos con mi novia, con la cual estoy desde hace 7 años".
Con María Paola ha visitado 5 continentes y es parte importante de sus publicaciones en redes sociales. El amor, el compromiso, la tranquilidad y los viajes se expresan en el presente de Stefano.