Marco Fabián y la vida después del Tricolor

El estadio Olímpico de Luzhniki estaba lleno de aficionados que, pese a las dudas que generaba México para el Mundial de Rusia 2018, querían ver una victoria en el debut ante Alemania y sorpresivamente sucedió. Chucky Lozano anotó el único gol del juego antes del complemento y los jugadores corrieron a festejar con él cuando la anotación cayó, todos excepto uno: Marco Fabián. El centrocampista, que estuvo en la banca, primero se acercó al técnico Juan Carlos Osorio y lo abrazó como un gesto de agradecimiento por lo que acontecía mientras el colombiano lanzaba eufóricos golpes al aire por la euforia del momento, reflejando su visión diferente, algo que también ha hecho en su vida fuera de las canchas.

“Siempre he tenido muy claras las ideas de lo que quiero hacer el día de mañana, sabemos que la carrera de futbolista es muy corta y tenemos que trabajar para nuestro futuro (...) Dentro de cinco años o el día de mañana que yo decida colgar los botines, tener establecidos varios proyectos”, comentó Marco Fabián para El Economista.

El mexicano llegó a ser uno de los futbolistas de la legión europea cuando llegó al Eintracht Frankfurt en 2016. Jugó 50 partidos en el equipo alemán e incluso logró ganar un título de copa, luego de tres años en el viejo continente pasó por Estados Unidos y Qatar antes de regresar a México donde se mantiene en activo actualmente.

La actualidad del jugador está lejos de los reflectores que siempre tiene la Selección Mexicana, incluso lejos del protagonismo en la Liga MX. En el pasado, el canterano de Chivas fue una de las piezas más recurrentes en el combinado nacional e incluso llegó a ser capitán en un encuentro. Disputó 43 juegos con México entre dos Mundiales, Copa América, Copa Oro, Copa Confederaciones y amistosos, logró anotar nueve goles y además fue uno de los ganadores de la medalla de oro en Londres 2012.

Ahora apunta a jugar una temporada más en Mazatlán, equipo que pelea por los últimos puestos de repechaje en la Liga MX. Con 33 años, el futbolista ya comenzó a prepararse desde hace tiempo para cuando decida dejar el futbol, pues ha invertido dinero en bienes raíces, un restaurante e incluso una productora cinematográfica (KoolToon), todo para que el retiro no sea más que un paso para seguir adelante.

“Siempre he tenido muy claras las ideas de lo que quiero hacer el día de mañana, sabemos que la carrera de futbolista es muy corta y tenemos que trabajar para nuestro futuro (...) Dentro de cinco años o el día de mañana que yo decida colgar los botines, tener establecidos varios proyectos”.

Precisamente en este rubro, el mexicano asegura que no se pone una fecha para ‘colgar los botines’, sin embargo menciona que no quiere retirarse en un mal momento. Según datos de la Universidad McGill de Montreal, en promedio los jugadores dejan el futbol profesional a los 36 años.

“Siempre he tenido claro que nunca me voy a poner una edad de retiro, tu propio cuerpo te la va dando. Quiero dejar el futbol en un buen momento sin forzar la situación, ahora mismo me siento espectacular, estoy con muchas ganas preparándome para un nuevo torneo”.

Encaminarse para un mejor futuro no depende sólo de la voluntad, bajo su perspectiva, pues asegura que se ha asesorado con personas especializadas en distintos ámbitos. Actualmente trabaja con la agencia Shine Entertainment Media, que lo guía en el tema comercial.

“Es importante tener un equipo de trabajo que te guíe por buen camino, que te ayude cada quien desde su parte como contadores y representantes para tratar de cometer los menos errores posibles. Me gusta trabajar con gente que vaya de la mano con el buen futuro”.

Platicando sobre lo que espera de la Selección Mexicana en Qatar, sentenció que no importa el cómo se llega a un Mundial, pues en los procesos donde estuvo presente el equipo mostró una cara diferente ya en la justa mundialista.

“Los resultados a veces son muy volátiles, es un proceso y hay que saberlo valorar pero me tocó jugar dos Mundiales y al final eso se borra. El Mundial es un torneo tan corto que te juegas la vida en un partido y tienes que tener eso en mente. La imagen del Tata (Martino) está un poco rota con la afición y nos hubiera gustado que fuera diferente el proceso, pero al final se demuestra que todo puede pasar. Hay que apoyar y ponernos la camiseta todos para que le vaya bien (a la Selección)”.