El sueño de Puebla terminó ante un Santos firme

La temporada de ensueño de Puebla terminó en semifinales debido a un muro verdiblanco que ha mantenido su solidez ofensiva y defensiva. Santos Laguna salió a proponer en el partido de vuelta ante La Franja, jugado el domingo en el estadio Cuauhtémoc, y gracias a ese estilo propositivo mantuvo el boleto a la gran final que aseguró desde el partido de ida con un contundente 3-0.

Al equipo camotero le alcanzó para ganar 1-0 en su casa para acortar las distancias en el global a un 3-1, pero no generó las llegadas necesarias para empatar, lo que habría sido suficiente para avanzar a la final.

En contra del Puebla estaba también la historia: solo un equipo había logrado la hazaña de revertir un 3-0 u otro marcador mayor en las semifinales de la Liga MX de los últimos 10 años. Se trata de Pumas, quien dio la vuelta al 4-0 de Cruz Azul apenas en el torneo pasado, el Guardianes 2020.

El entrenador lagunero, Guillermo Almada, saltó a la cancha del Cuauhtémoc con la misma alineación con la que logró el 3-0 de ida, soportando su media cancha en los incansables Fernando Gorriarán y Alan Cervantes para dejar libres por las bandas a los velocistas Ayrton Preciado y Juan Otero; el centro del ataque fue ocupado por el cerebro, Diego Valdés, y por el goleador de la liguilla, el juvenil mexicano Eduardo Aguirre.

Con ese esquema y una solidez comprobada en defensa con Matheus Dória y Félix Torres, Santos bloqueó desde los primeros minutos los intentos de avance de Puebla, que intentaba con centros y juego largo hacia su espigado delantero, Santiago Ormeño.

Poco a poco se empezaron a abrir los espacios para los extremos Omar Fernández y Christian Tabó, este último jugando con cierta desconfianza porque venía de una lesión. Sin embargo, durante el primer tiempo, los de La Franja apenas tuvieron un par de opciones a raíz del balón parado, bien resueltas por la férrea defensa santista y por el arquero Carlos Acevedo.

El 1-0 de los locales cayó hasta el segundo tiempo, despertando la euforia de los aficionados, pero mientras más avanzaba el tiempo la presión se hacía más notoria. El entrenador poblano, Nicolás Larcamón, lanzó a todos sus delanteros en los últimos 20 minutos aunque sin éxito más allá de un par de atajadas de Acevedo y los firmes rechaces de la defensa santista.

Al final hubo un conato de bronca que terminó con la expulsión del delantero Amaury Escoto, de La Franja, al igual que en la semifinal de vuelta entre Cruz Azul y Pachuca, donde fue echado el defensa tuzo Gustavo Cabral.

Santos Laguna consiguió así su final 12 en la historia de la Liga MX, la cuarta cantidad más grande solo detrás de las 14 de Pumas, 17 de Cruz Azul y 18 de América, siendo un equipo con menos de 40 años de vida.

Por su parte, el entrenador Larcamón confirmó que planea quedarse en Puebla a largo plazo: “Esto es solamente el inicio, estoy muy ilusionado de seguir en este proyecto, estoy muy a gusto y muy agradecido con todo el club, jugadores y la ciudad misma y quiero tener una estadía prolongada”, comentó en conferencia de prensa.