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Douglas, la gimnasia es para todas
Douglas, de 16 años, superó en la final a las rusas Victoria Komova, plata, y Aliya Mustafina, bronce. La otra estadounidense, Alexandra Raisman, se quedó a un escalón del podio.
Gabrielle Douglas, se subió al podio aún en una postura perfecta, como si todavía estuviera disputando el all around de gimnasia femenil individual en los Juegos Olímpicos; por debajo de su hombro izquierdo enmarcado en estrellas doradas, portaba erguida el distintivo de Estados Unidos, pues ayer se convirtió en la primera afroamericana en obtener en este deporte individual una medalla de oro para el país.
Así, con sus pulcras rutinas, Douglas rompió murallas, esas que tanto dividen a la nación de las barras y estrellas, todavía número uno en racismo según la Organización de las Naciones Unidas. Y es que la gimnasta a sus 16 años, aún con voz de niña, ya consiguió que se postraran a sus pies en dos ocasiones, luego de que en días pasados consiguió la misma presea en el concurso por equipos.
Y aún tendrá dos oportunidades más para calar hondo en todos aquellos que alguna vez han dirigido un menosprecio a sus iguales, cuando la próxima semana dispute la final en barras asimétricas y viga de equilibrio. Lo cual no es difícil según sus propias palabras: Para mí nada es imposible , pues a los 14 años tuvo que vivir el golpe más grande de su carrera, cuando su hermana mayor se encargó de convencer a su mamá, Natalie Hawkins, de que le permitiera separarse de su familia al mudarse de Virginia Beach a West Des Moines, al encuentro de un entrenador capacitado en la búsqueda de su sueño olímpico, entonces todavía lejano.
Un deseo que no le pudieron arrebatar dos rusas en la pelea de la presea dorada, Viktoria Komova, que se conformó con la plata, y Aliya Mustafina, que fue bronce. Y gracias a lo que son ya, en esta disciplina, tres oros consecutivos para Estados Unidos en la justa internacional.
Sí, ayer esa jovencita de leotardo rosa y piel morena continuó con el legado de Dominique Dawes, primera afroamericana en conseguir una medalla olímpica en gimnasia individual para Estados Unidos en Atlanta 1996, la diferencia es que aquella vez brillaba al color del bronce y hoy es dorada.
llanely.rangel@eleconomista.mx
