Cruz Azul: su repunte también es económico

El repunte deportivo y la mudanza para jugar en el Estadio Azteca ha provocado un aumento de las ganancias en la venta de boletaje de Cruz Azul comparado con el torneo pasado. Tan sólo en los seis juegos que han disputado de local en el presente torneo del Apertura 2018, han recaudado 65.7 millones de pesos, es decir, 27.7 millones más de lo que recolectaron en todo el Clausura 2018 (38 millones de pesos) de acuerdo con cifras calculadas por El Economista.

Las ganancias están ligadas con el aumento de aficionados que ha tenido el Cruz Azul en este semestre en el Azteca. Hasta este momento del torneo, sólo si se toman en cuenta los partidos de liga, han asistido 207,283 aficionados, 26% más de los que asistieron en todo el torneo anterior cuando aún jugaban sus partidos de local en el Estadio Azul.

El incremento de aficionados, a su vez, se debió a que los seguidores recibieron con agrado la mudanza al Azteca y a que la directiva del club implementó una promoción para atraer más fanáticos. En las zonas 400, 500 y 600 —que se encuentran detrás de la sección asignada a la prensa, en el nivel más alto del inmueble— dos entradas se pueden adquirir por 100 pesos.

Pese a la promoción, el precio del boleto promedio aumentó este torneo si se compara con el anterior. La entrada promedio para ver al club en el Azteca tiene un costo de 317 pesos, mientras que cuando jugaban en el Azul, era de 230.

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El club no es el único que disfruta de su repunte deportivo-económico. También lo hacen las tiendas deportivas que distribuyen los artículos del equipo, como Martí.

Erick Brambila, merchandiser de martí.mx y uno de los encargados de la parte online de ésta, explica que la venta del jersey ha sido un éxito en su departamento. Tan sólo entre agosto y septiembre pasados vendieron 220 piezas. Si se tiene en cuenta que el costo de cada playera es de 1,299 pesos, las ganancias de la empresa, por sólo en la tienda electrónica, son aproximadamente de 285,780 pesos.

“La demanda de la playera nos obligó a que pidiéramos un resurtido de otros 220 jerseys, pero Under Armour —la compañía que elabora la indumentaria del club— nos dijo que no podían darnos esas unidades porque tenían exceso de demanda de la playera. Sólo pudieron ofrecernos 100”.

-Entonces, ¿ni ellos esperaban el éxito de la venta del jersey?

-Me da la impresión que no. De lo contrario, tendrían para abastecer a todas sus tiendas, responde Brambila.

El merchandiser explica que cuando estrenaron los jerseys de la campaña anterior no tuvieron tanto éxito. También tuvieron 220 unidades disponibles que salieron a la venta en agosto del 2017, pero que se agotaron hasta enero del 2018.

“El buen momento del equipo (marcha en el primer lugar en la liga y es semifinalista en la Copa MX) y la aceptación del público del jersey de local son las razones principales por las que hemos vendido esas piezas en tan poco tiempo”, agrega.

El año pasado, explica, no gozaron esta aceptación de los compradores porque el equipo tenía un desempeño irregular y el diseño de la playera de local era azul cielo y no fue del agrado de la mayoría de la gente. El de esta temporada es azul marino, que es similar, por ejemplo, con el que el equipo consiguió su último título de liga en 1997.

“El impacto ha sido tanto que los jerseys de Cruz Azul son los más vendidos de la tienda, mientras que el semestre pasado estaban en el octavo lugar”.

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Raúl, Gabriela y Viridiana son vendedores ambulantes que tienen, al menos, cinco años que venden productos del Cruz Azul los días que el equipo juega como local. Antes se ubicaban en el Azul y ahora vivieron la transición del club al Azteca.

Ellos no gozan de los frutos del negocio del club.

“En el Azul vendíamos más. Ahora ganamos menos o, en un partido de buena convocatoria, igualamos lo que antes ganábamos. Los cambios de horarios, las lluvias torrenciales y la crisis económica del país nos han afectado muchísimo”, explica Raúl.

Gabriela sostiene que con la mudanza del equipo debió sacrificar la buena ubicación de su puesto que tenía en el Azul. Ahora, éste se encuentra a un costado del puente peatonal de la estación del tren ligero, que está cercana al Azteca.

“La ubicación de mi puesto es perjuicial. Es difícil que se acerque la gente y aún más que compren artículos.   Hay veces que en los partidos de Copa sólo vendo dos playeras”, sostiene.

Viridiana ve la situación con resignación. Dice que las ventas de sus artículos en los partidos con poca convocatoria son para solventar los gastos del día y que las verdaderas ganancias las obtiene en los partidos ante América, Pumas o Chivas.

“Sólo en esos partidos es negocio para nosotros”, menciona.