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Algunas estrellas de la Euro tienen compromiso social
Futbolistas han destacado por su altruismo; sin embargo son cuestionables si se considera que muchos de los actos de beneficencia están relacionados con sus patrocinadores.
En noviembre del 2012, Cristiano Ronaldo dio a subasta la Bota de Oro que ganó un año antes con Real Madrid. Era el símbolo de su perseverancia, de un récord con 40 goles, la segunda mejor marca desde la reinstitución del galardón. Su primer reconocimiento individual como jugador merengue sirvió para recaudar 1.5 millones de euros, que ayudaron para la reconstrucción y manutención de escuelas que fueron destruidas durante los conflictos en la Franja de Gaza.
El compromiso social de Ronaldo es visible. En su portal oficial, entre los 19 socios comerciales que ostenta, entre marcas de lujo, relojes, agencias de relaciones públicas, casas de apuestas y complementos nutrimentales, dos instituciones están ligadas a la asistencia social, Save the Children y Abbott.
La mayoría de las veces funciona así: es el equipo de comunicación del propio jugador o el club que dice a los jugadores qué deben hacer para reflejar una imagen positiva; lo cual no está mal, en algún sentido produce alegría para los chicos que visitan y al propio jugador lo puede volver más sensible , indica Fernando Segura Trejo, doctor en Sociología.
El compromiso social y la influencia de los futbolistas en la sociedad están sujetos a lo que dictan las marcas, patrocinadoras de los clubes o del mismo jugador de manera individual.
Estamos hablando de un jugador como marca de un país y de una selección. Una de las herramientas de imagen deportiva es la reputación, donde encontramos la responsabilidad social , añade al debate Eric Olavarrieta.
¿Moda o conciencia? Entre ambas tendencias se ubica la participación de las megaestrellas de futbol en temas sociales, principalmente altruistas, a veces, políticos, y pocas veces de atención a minorías.
En un contexto donde la Eurocopa de Francia 2016 se desenvolverá con amenazas terroristas, crisis económicas en la zona euro, racismo, discriminación y flujos migratorios durante los últimos meses que pusieron en entredicho la tolerancia y civilidad de algunos grupos sociales, de los 10 futbolistas más cotizados por el mundo futbol, los mejores valorados en términos de su capacidad futbolística, apenas Cristiano Ronaldo, Robert Lewandowski, Thomas Müller y Paul Pogba han realizado actos solidarios, donaciones y mensajes de compromiso social de manera individual, sin la anuencia de patrocinadores o el mismo club al que pertenecen.
¿Negocio o caridad?
Cristiano Ronaldo fue designado por la fundación Athletes Gone Good como el deportista más solidario del mundo. La institución destacó su trabajo de caridad, las donaciones por 250,000 euros para la cirugía cerebral de una niña de 10 años y para financiar un centro especializado en cáncer en Portugal, que ayudó a la madre del futbolista a superar el padecimiento que sufrió un par de años atrás.
No ha sido el único gesto del astro portugués, también ha recorrido el continente africano como estrella y vocero de partidos de beneficencia y colabora con Save the Children para concientizar sobre el hambre infantil, la obesidad y el bullying.
Testimonios de la infancia indican que el astro portugués sufrió de discriminación por su acento al hablar, suceso que lo motivó para ser portavoz de la fundación.
La mirada muchas veces se queda en el éxito deseado, en la fama, dinero y viajes. Eso es sólo una parte del fenómeno , indica Fernando Segura, docente del Centro de Investigación y Docencia Económicas, sobre el estatus e influencia de los futbolistas en el medio social.
El especialista indica sobre el futbol que al ser un fenómeno de consumo global y una práctica cultural dominante de nuestro tiempo, las acciones de los jugadores y sus mensajes llegan a todos los rincones del mundo.
Hoy por hoy, los grandes futbolistas tienen una serie de herramientas y equipos que trabajan para ellos en su imagen y mercadotecnia , añade Segura Trejo, quien se ha dedicado a investigar la vinculación del deporte con la sociedad.
Así se puede explicar la aparición de los jugadores en actos oficiales de los clubes, organizados por las marcas, para ofrecer un versión más amable y cercana a la gente.
Para Fernando Trejo, son las marcas quienes dictan los protocolos, las acciones y los mensajes que mejor representen su filosofía, mientras que los jugadores son meros canales de comunicación. Los clubes les demandan hacer acciones sociales, visitar una escuela, un hospital. Ese tipo de acciones son producto de la mercadotecnia, cuando los asesores les dicen que tienen que asistir a alguna evento porque la marca lo pide , menciona el doctor en Sociología.
Así quedó demostrado cuando Cristiano Ronaldo expresó durante un partido eliminatorio para el Mundial de Brasil 2014, entre Portugal e Israel, el momento en que le dijo a un rival que le pedía su playera: Yo no intercambio mi playera con asesinos , en franca referencia a los bombardeos a la comunidad palestina.
Un par de años después, la comunidad palestina, quien en su momento recibió el apoyo de Cristiano, criticó al futbolista que protagonizó un comercial del sitio israelí Hot, donde se observa al portugués hablar en hebreo y socializar con futbolistas de Israel, lo que provocó que la comunidad propalestina le retirara su simpatía.
Los jugadores no sólo son productos, por supuesto que su imagen ayuda a tener mas ingresos, ser más visible y están más conscientes del impacto que tiene su imagen. Saben que estar vinculados con causas sociales, políticas, culturales los beneficia, pero deben saber cuáles son congruentes con su imagen , expone Eric Olavarrieta, experto en imagen deportiva.
Al futbolista se le exige un comportamiento ejemplar
Sergio Busquets, el futbolista menos provocador del cuadro blaugrana, recibió críticas de los sectores independentistas de Cataluña por el descuido de no sujetar la pancarta con la leyenda Una nación, una selección .
En un partido en el 2014 entre las selecciones no reconocidas del país Vasco y Cataluña, como un signo de la lucha por lograr independencia de ambas comunidades, el mediocampista del Barcelona recibió insultos de los grupos más radicales.
Para algunos sí es muy difícil comprometerse con causas , reconoce Fernando Trejo Segura, sobre todo en temas políticos, económicos y de minorías.
Estoy hasta los huevos de la preguntita , llegó a decir Xavi Hernández, sobre el referéndum que exige la independencia de Cataluña.
Los medios de comunicación condenan muy rápido: se les pide que sean modelos intachables para la sociedad, son futbolistas. Si hay un jugador que es ejemplo para la sociedad qué bueno, pero cuando no, es un ser humano que puede errar y acertar en sus decisiones , añade el doctor en Sociología.
Por eso, el mismo especialista indica que casos como los de Karim Benzema responden a que no se pueden quitar la carga de su origen.
Benzema ha quedado atrapado en un círculo social de amigos de influencias negativas de su adolescencia. Esa imagen negativa le ha costado estar excluido de la selección francesa. Existe un contexto donde se cuida más la imagen, lo que los jugadores hacen y dicen, pero no vemos la presión que hay, que puedan sentir como seres humanos, poco importan los sentimientos de los jugadores y con el pretexto de que ganan mucho dinero, se les exige comportamientos ejemplares, cuando al final de cuentas son seres humanos como cualquiera , reflexiona Segura Trejo. El futbolista y su compromiso social responde a la órdenes del mercado, siguiendo la tendencia que se ha instalado en el futbol moderno. Todo es negocio.