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Berrinches en adultos: El caos emocional en el entorno corporativo

Los berrinches en adultos, aunque desconcertantes, son una realidad que puede destruir equipos, dañar relaciones y fomentar un clima laboral tóxico, por lo que las empresas deben asumir un rol activo para abordarlos.

Con estrategias focalizadas se puede enfrentar y disminuir el clima laboral tóxico. Foto: Shutterstock

La inteligencia emocional es fundamental en los entornos laborales.Foto: Shutterstock

En el ámbito corporativo, donde la profesionalidad y la estabilidad emocional son esenciales para construir equipos sólidos y productivos, es desconcertante cuando los berrinches –comportamientos típicamente asociados con niños pequeños– se manifiestan en adultos. Sin embargo, estos episodios no solo ocurren, sino que pueden ser devastadores para los equipos y las relaciones laborales.

Basándonos en el libro “Personalidades peligrosas” de Joe Navarro, exploraremos este fenómeno, sus causas y los comportamientos que destruyen la armonía en los lugares de trabajo.

Joe Navarro describe a las personalidades peligrosas con rasgos como la inestabilidad emocional generalizada y comportamientos que afectan su bienestar y el de quienes los rodean. Este tipo de personalidad, a menudo catalogada como "inestable", que es impredecible y cambiante.

Al respecto, el autor explica: "Se mueven de un extremo del espectro emocional al otro, sintiéndose en la cima del mundo o como una princesa un minuto y una víctima en la cuneta al siguiente".

Este vaivén emocional se refleja en su incapacidad para gestionar frustraciones o situaciones de tensión. A pesar de que estas personas pueden ser talentosas y encantadoras, su carácter explosivo o irracional puede desmoronar equipos, provocar conflictos innecesarios y sembrar un caos emocional.

¿Cómo se manifiestan los berrinches en adultos corporativos?

Aunque a simple vista pueda sonar infantil, los berrinches en adultos no siempre son simples rabietas. Su expresión puede ser más sofisticada o pasivo-agresiva, pero su impacto sigue siendo perjudicial. Algunos de los comportamientos más comunes incluyen:

  • Arrojar objetos o golpear cosas: Desde portazos hasta tirar objetos, estos gestos impulsivos comunican un malestar interno que no ha sido regulado de manera adecuada.
  • Patear cosas o mostrarse físicamente agresivos: Aunque no se trate de violencia directa hacia otras personas, estas acciones generan un ambiente intimidante para los demás.
  • Ser sarcástico o despectivo: Los comentarios mordaces y sarcásticos suelen ser utilizados como una forma de "descargar" frustración, hiriendo a otros en el proceso.
  • Hacer la ley del hielo: El silencio prolongado o ignorar intencionalmente a otros es una forma de manipulación emocional que afecta la dinámica del equipo.
  • Explotar emocionalmente: Gritos, insultos o reacciones exageradas a situaciones triviales que desconciertan y paralizan a los demás.

¿Qué causa los berrinches en adultos? De acuerdo con Navarro, este comportamiento errático puede ser el resultado de una combinación de factores psicológicos y emocionales, incluyendo:

  • Incapacidad de gestionar las emociones: Personas con dificultades para manejar la frustración, la rabia o la ira tienden a reaccionar de manera impulsiva ante situaciones adversas, sin detenerse a reflexionar.
  • Inmadurez emocional: Una falta de desarrollo emocional puede llevar a respuestas exageradas o inapropiadas. Aunque hayan alcanzado logros profesionales, estas personas pueden carecer de habilidades emocionales fundamentales.
  • Falta de autorregulación: La incapacidad para controlar sus impulsos y emociones genera reacciones desproporcionadas ante problemas cotidianos o desacuerdos.

El impacto en el entorno laboral

Los berrinches en adultos no solo afectan a la persona que los protagoniza, sino que también tienen un impacto significativo en los equipos y la cultura organizacional. Estos son algunos de los principales efectos:

  • Deterioro de la confianza: Los colaboradores pueden sentirse inseguros o desmotivados al trabajar con una persona impredecible. La confianza, un pilar fundamental en cualquier equipo, se erosiona rápidamente.
  • Ambiente tóxico: Las explosiones emocionales generan tensiones, malestar y, en algunos casos, miedo entre los colegas. Un ambiente laboral tenso dificulta la colaboración y la productividad.
  • Falta de cohesión: El comportamiento irracional o sarcástico de una persona puede crear divisiones en el equipo, ya sea al alienar a algunos miembros o al forzar a otros a tomar partido.
  • Rotación de talento: Nadie quiere trabajar en un entorno donde predomina la inestabilidad emocional. Los colaboradores talentosos buscarán opciones en empresas donde el respeto y la profesionalidad sean prioridad.

Y aunque las personalidades inestables pueden ser difíciles de gestionar, las empresas tienen el deber de proteger a sus equipos y fomentar un ambiente laboral saludable.

Ante este contexto, algunas estrategias clave para gestionar berrinches en adultos dentro de las empresas son los siguientes:

1. Capacitación en inteligencia emocional

  • Implementar talleres y programas regulares sobre inteligencia emocional para todos los colaboradores, con énfasis en identificar, comprender y manejar las emociones propias y ajenas.
  • Ofrecer herramientas prácticas para el manejo del estrés, técnicas de mindfulness y resolución de conflictos, promoviendo una comunicación asertiva.
  • Crear un entorno de aprendizaje continuo donde los empleados se sientan empoderados para mejorar sus habilidades emocionales.

2. Establecer límites claros

  • Desarrollar un código de conducta que defina explícitamente qué comportamientos no serán tolerados, incluyendo berrinches, agresiones verbales o cualquier forma de maltrato emocional.
  • Asegurarse de que estas políticas sean comunicadas a todo el personal y se incluyan en las inducciones de nuevos empleados.
  • Crear un protocolo para manejar casos de comportamiento impulsivo o disruptivo, estableciendo pasos claros para reportar y abordar estas situaciones.

3. Promover una cultura de retroalimentación constructiva

  • Implementar sesiones periódicas de feedback donde los colaboradores puedan expresar sus inquietudes en un ambiente respetuoso y seguro.
  • Fomentar una comunicación abierta y bidireccional para evitar la acumulación de tensiones que puedan derivar en reacciones emocionales desmedidas.
  • Reconocer a los empleados que muestren capacidad para manejar conflictos de manera profesional y respetuosa, reforzando comportamientos positivos.

4. Intervención proactiva desde Recursos Humanos

  • Detectar de manera temprana patrones de berrinches o conductas impulsivas a través de observación y retroalimentación de líderes.
  • Ofrecer sesiones de coaching individualizadas para ayudar a los colaboradores a desarrollar habilidades emocionales específicas.
  • Facilitar el acceso a recursos como mediadores, terapeutas o consejeros organizacionales para quienes necesiten apoyo adicional.
  • En casos graves, evaluar medidas disciplinarias o contratos de mejora del comportamiento, asegurando siempre un enfoque respetuoso y profesional.

5. Modelar un liderazgo respetuoso y empático

  • Capacitar a los líderes para que gestionen sus propias emociones y modelen comportamientos adecuados frente a sus equipos.
  • Promover un liderazgo que fomente el diálogo, la empatía y la resolución constructiva de problemas, reduciendo la probabilidad de tensiones que puedan derivar en berrinches.
  • Crear mecanismos para que los líderes supervisen de manera activa el clima emocional del equipo y actúen rápidamente en caso de conflictos o conductas disruptivas.

6. Crear espacios para la gestión del estrés

  • Habilitar zonas de descanso o espacios para desconexión en la oficina, donde los colaboradores puedan relajarse cuando sientan emociones intensas.
  • Organizar actividades como pausas activas, clases de meditación o eventos de bienestar emocional que ayuden a prevenir explosiones emocionales.

7. Fomentar un ambiente de apoyo y confianza

  • Construir una cultura laboral donde los colaboradores sientan que pueden buscar ayuda sin miedo a ser juzgados o castigados por errores emocionales.
  • Reconocer el esfuerzo de los empleados que trabajan en su desarrollo emocional, destacando los beneficios que esto aporta al equipo y la empresa.

Los berrinches en adultos, aunque desconcertantes, son una realidad que puede destruir equipos, dañar relaciones y sembrar el caos emocional en el entorno laboral. Tal como describe Joe Navarro, las personalidades "inestables" son cambiantes, impredecibles y emocionalmente complicadas, características que las empresas deben abordar con firmeza.

El desarrollo de habilidades emocionales y la promoción de una cultura de respeto son esenciales para evitar que este tipo de comportamientos afecte la dinámica laboral. Reconocer y gestionar estas situaciones a tiempo es clave para proteger el bienestar de los equipos y asegurar un entorno productivo y saludable para todos.

¿Tu organización está preparada para manejar estos desafíos?

Top Voice de LinkedIn. Consultora experta en transformación de competencias y conductas humanas, desarrollo organizacional y cambio de cultura laboral.

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