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3 jugos para desintoxicar después de las fiestas decembrinas (recetas fáciles)

Tras cenas abundantes, recalentados y dulces navideños, los jugos se convierten en una pausa líquida para aliviar el cuerpo y reiniciar el paladar.
Las fiestas decembrinas son excesivas por naturaleza. En pocos días se condensa un año entero de antojos: pavo relleno, bacalao a la vizcaína, romeritos, sidra, galletas, ponche. La abundancia se festeja, pero también pasa factura. Entre el 26 de diciembre y la primera semana de enero se despierta la necesidad visceral de algo ligero, ácido, verde, que limpie y despeje. En el imaginario colectivo mexicano, “detox” significa eso: un respiro gastronómico.
Desde la perspectiva fisiológica, el cuerpo ya desintoxica solo. Pero los jugos tienen un rol emocional y práctico: hidratan, suavizan el apetito y permiten escuchar al organismo después del ruido culinario. Son una tregua. Una pausa líquida antes de volver a la cocina caliente.
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Como ocurre con la comida, no existe un jugo universal. Cada propuesta responde a un estado físico distinto: hinchazón, pesadez, necesidad de energía o deseo de calmar.

Ingredientes (1 porción):
– 1 taza de espinaca
– ½ pepino
– 1 tallo de apio
– ½ manzana verde
– Jugo de ½ limón
– 1 trozo de jengibre fresco (1 cm)
– ½ taza de agua fría o hielo
Preparación:
Licuar todo hasta obtener un líquido suave. Consumir por la mañana, idealmente en ayunas.
Por qué funciona: hidrata, aporta fibra soluble y vitaminas; despierta el paladar sin exigir digestión pesada.

Ingredientes (1 porción):
– Jugo de 2 toronjas
– 1 naranja
– 1 cucharadita de jengibre rallado
– ¼ taza de agua mineral
– 1 cucharadita de miel (opcional)
Preparación:
Exprimir cítricos, mezclar con jengibre y agua mineral. Beber frío.
Sensación gastronómica: recuerda un spritz sin alcohol; corta la pesadez y estimula el metabolismo matutino.

Ingredientes (1–2 porciones):
– 1 betabel pelado y picado
– 1 zanahoria
– 1 manzana roja
– Gotas de limón
– Agua al gusto
Preparación:
Licuar todo y ajustar con agua. Servir con hielo.
Uso sugerido: perfecto para elevar energía y color el 27 o 28, cuando el cuerpo aún asimila la cena.
¿Realmente “desintoxican”?
No existe un jugo que borre una cena navideña. Lo que sí existe es una forma de cocinar el descanso: elegir líquidos frescos, bajar las revoluciones, escuchar el cuerpo. En enero —cuando se cierra el año emocional y gastronómico— estas mezclas son más ritual que cura.



