Lectura 8:00 min
¿Cuál es la fórmula de uno de los mejores centros científicos del mundo?
Aprovechando su visita a México, El Economista conversa con el Dr. Alon Chen, presidente del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel y uno de los neurocientíficos más reconocidos a nivel mundial. Nos platica que aunque hacen ciencia básica, tienen una misión: crear conocimiento, no solo para el beneficio de la Institución o de Israel, sino de la humanidad.

Alon Chen
El profesor Alon Chen, presidente del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel, está de visita en nuestro país porque la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto está celebrando sus primeros 40 años de vida. Este espacio fue creado sobre todo para que estudiantes mexicanos puedan ir a profesionalizarse en diversas disciplinas y programas en esta institución considerada una de las más importantes del mundo.
Aprovechando su visita, El Economista tuvo oportunidad de platicar con el Dr. Chen, quien también es uno de los neurocientíficos más reconocidos a nivel mundial. Nos platica que en la institución tienen una misión: Crear conocimiento, no solo para el beneficio de la Institución o de Israel, sino de la humanidad.
Este punto es interesante porque además de trabajar en las fronteras más avanzadas de la ciencia pura, o ciencia básica, gestionan anualmente decenas de patentes y generan constantemente compañías de base tecnológica. Incluso en las últimas décadas se han patentado siete medicamentos que han sido generados desde el Instituto y que han cambiado parte del paradigma de atención de enfermedades, por ello, han sido nombrados en distintas oportunidades dentro de los primeros lugares entre las instituciones más destacadas a nivel mundial por la calidad e impacto de su investigación, según el Índice de Nature.
¿Cuál es el secreto del éxito de esta institución? El Dr. Chen comparte que el punto clave es que el Instituto tiene una de las unidades de transferencia más robustas del mundo, la cual empezó su trayectoria en 1959. “Ellos se encargan de detectar el conocimiento, la invención generada por los científicos, ven el potencial y buscan la patente para luego comercializar con la industria. Este es un modelo único porque nosotros no prometemos ni forzamos a que los científicos patenten el conocimiento, sino que parte del conocimiento que se genera, se detecta y se le da seguimiento, ese es uno de nuestros grandes éxitos”.

Alon Chen
El también investigador comparte que los científicos no siempre entienden que lo que hacen puede ser replicable o relevante fuera del laboratorio, “por eso las universidades deben ser proactivas y tener un centro de negocios, una unidad de transferencia tecnológica, para poder tener ese diálogo e incentivar a los científicos”.
Aun así, defiende la necesidad de ser una institución preocupada por las bases científicas, lo demás se logra por añadidura. “Creo que muchas veces las personas confunden la investigación básica con la que se traduce en productos y soluciones, la llamada investigación aplicada. En Weizmann hacemos ciencia básica, y eso no quiere decir que no estemos interesados en encontrar soluciones. Nuevos medicamentos, nuevos dispositivos o algoritmos, pero la manera en que hemos encontrado que podemos llegar más lejos viene desde una ciencia muy profunda, la llamada ciencia básica. Para nosotros la mejor manera de progresar y ayudar a la humanidad, es hacer ciencia detallada y mecánica y tenemos varios ejemplos de que esto funciona”.
Elegir sólo a los mejores
Al compartir la fórmula que hace de esta institución un estándar a seguir, el Dr. Chen explica que además ellos tienen una filosofía única: “reclutamos a los científicos más sobresalientes del planeta, el requisito es la excelencia”, pero a cambio les otorgan infraestructura, los mejores equipos, laboratorios, apoyos científicos, el mejor ambiente y lo más importante, libertad académica completa.
“Queremos que ellos vayan de acuerdo con sus sueños, pasiones, y que se resuelva la premisa de hacer investigación basada en la curiosidad, esta es la mejor receta, la mejor forma y nos ha funcionado por 90 años”.
Recalca que no todos los científicos tienen que hacer ciencia aplicada, “porque mucho de lo que descubrimos hoy, puede que no sea relevante ahora para resolver los problemas de la humanidad, pero a lo mejor en 20 años se convertirá en algo que sea muy útil, por eso es importante tener esta combinación”.
Al ser cuestionado, el Dr. Chen reflexiona sobre por qué esto no se ha podido lograr o replicar con éxito en otros países, como México, en este punto es enfático sobre buscar la excelencia: “Si buscas que tus científicos tengan éxito y sean los mejores, tienen que tener los mejores laboratorios, equipos, apoyo, así es como van a poder ser competitivos y hacer ciencia a un nivel más alto, así es como las compañías también se empiezan a interesar en tomar el conocimiento que proviene de la academia, se requieren de umbrales de calidad para ser elegibles y relevantes para la industria”.
Asegura que en México existen laboratorios que hacen ciencia muy buena e investigadores de gran nivel, incluso cada año alrededor de 12 científicos del país van a Weizmann y regresan al país a transmitir el conocimiento.
Multidisciplinariedad para enfrentar los retos
Al seguir compartiendo la forma en que el instituto ha conseguido el éxito, el presidente del Instituto nos habla de la multidisciplinariedad: “El Instituto cubre todos los campos relacionados con las ciencias naturales y exactas, es decir, campo biomédico, física, química, matemáticas y ciencias de la computación, pero una de sus fortalezas es que somos un instituto de investigación multidisciplinario, es decir, hay físicos trabajando en temas de cáncer y matemáticos trabajando en astrofísica. Esto es importante porque la mayoría de las grandes preguntas que hacen hoy los científicos para enfrentar los grandes retos de la humanidad son tan complejos, que las soluciones van a venir de un enfoque multidisciplinario”.
Asegura que los científicos no pueden ser expertos en todo, “aquí por eso el ambiente es colaborativo, no solo dentro de la institución, sino con las instituciones en el mundo y México es parte de este grupo”. Complementa que el intercambio de conocimiento es crítico para la ciencia, “no podemos tener ciencia en aislamiento, hay países que no lo hacen, como Rusia y por eso no tienen buena ciencia en ciertas disciplinas, tenemos que hablar con los demás”.
La ciencia y sus respuestas
Por último, el investigador señala que la ciencia seguirá impactando en nuestras vidas de manera contundente por ello es buena idea seguir apoyando, por ejemplo, en el campo de la salud. “El tema de salud es el renacimiento de la ciencia desde diferentes puntos de vista. En las últimas dos décadas la tecnología y el progreso cambiaron dramáticamente. Por ejemplo, con la secuenciación del ADN, el primer producto genómico costó mil millones de dólares, hoy podemos hacer una secuenciación con mejor resolución en 200 dólares, esto es la tecnología, la capacidad para ver cosas que no podíamos ver antes y la inteligencia artificial que va más allá de lo que podemos ver, de eso se trata hoy la medicina, por eso estaremos viendo cambios dramáticos”.
Para el especialista en los próximos años estaremos viendo que la prevención, el desarrollo de nuevos medicamentos y la personalización, serán la clave, pero incluso veremos soluciones para enfermedades donde no había mucho, como el Alzheimer, el Parkinson, o los diferentes tipos de cáncer, entre muchos otros padecimientos, todo a costos cada vez más accesibles, por lo que las soluciones llegarán a más personas. “Esto es la medicina del futuro”.
De manera personal el Dr. Chen comparte que la investigación de la neurociencia es la última frontera del estudio médico, porque es el órgano más complejo y no sabemos casi nada de él, pero se asocia con las enfermedades más devastadoras como enfermedades neurodegenerativas, depresión, ansiedad, bulimia, anorexia, esquizofrenia, pero asegura que hasta para todos estos padecimientos, vamos en el camino correcto y pronto tendremos un gran brinco en el conocimiento “en la siguiente década vamos a ver muchas nuevas soluciones, será un tiempo maravilloso para la ciencia y todos vamos a disfrutar de estas soluciones”.
“Si buscas que tus científicos tengan éxito y sean los mejores, tienen que tener los mejores laboratorios, equipos, apoyo, así es como van a poder ser competitivos y hacer ciencia a un nivel más alto”.
Dr. Alon Chen, presidente del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel
El cerebro, un universo por descubrir
El Dr. Chen, neurocientífico de formación, comparte que la investigación de la neurociencia es la última frontera del estudio médico, porque es el órgano más complejo y no sabemos casi nada de él, pero se asocia con las enfermedades más devastadoras como enfermedades neurodegenerativas, depresión, ansiedad, bulimia, anorexia, esquizofrenia, pero asegura que hasta para todos estos padecimientos, vamos en el camino correcto y pronto tendremos un gran brinco en el conocimiento.