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Los centros de investigación, al borde de la inoperancia
Lamentan la reducción de más de mil millones de pesos entre 2018 y 2025 para los planteles que hacen ciencia, siendo el de este año el recorte más grave, con 521 millones de pesos; los recortes afectan becas, salarios, incentivos a la productividad e instrumentos asociados a los Cps, asegura la red de científicos.
A pocos días de iniciado el 2025, la Red Prociencia Mx levantó la voz para denunciar cómo el presupuesto asignado a los Centros Públicos de Investigación (CPI ahora llamados Cps) continúa con deficiencias. “Se les ha asignado solamente el 85% de lo que recibieron en 2018, acumulando una reducción de más de mil millones en pesos constantes, siendo el de este año el recorte más grave, concentrando la mitad del total, (del déficit) 521 millones de pesos”.
En octubre pasado, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo aseguraba que haría de México “una potencia científica y de innovación”, y agregaba que se apoyarían las ciencias básicas, naturales y las humanidades, además de que serían vinculadas con áreas prioritarias para el desarrollo nacional. "Estoy convencida de que no podemos quedar atrás en el desarrollo tecnológico, tenemos grandes pensadores e innovadores desde tiempos prehispánicos. Las y los mexicanos somos trabajadores y creativos", sin embargo, el presupuesto no ha reflejado este compromiso, asegura la red de científicas y científicos.
Impagos a investigadores
La Red Prociencia Mx asegura que, si bien se han hecho públicos algunos comunicados provenientes de las Secretarías de Ciencia y Hacienda y Crédito Público en el sentido de que no existe indicación para llevar a cabo despidos de personal u omitir pagos de prestaciones, la realidad al interior de los Cps es diferente y existen numerosos testimonios tanto de despidos, como de interrupción o reducción de pagos.
Existe además, preocupación de que el recorte presupuestario afecte compromisos “de becas académicas para la formación de recursos humanos en sus diferentes programas de posgrado, los cuales inciden directamente en la formación de profesionales especializados que requiere el país, así como en la reducción de brechas sociales debidas a falta de oportunidades educativas”.
“Lamentablemente, nos vemos en la necesidad de levantar de nuevo la voz ante esta nueva andanada de recortes que afectan en esta ocasión los rubros de sueldos, salarios, incentivos a la productividad e instrumentos asociados de los Cps”, se lee en un comunicado.
Retroceso acumulado
Como se expresa en el libro Propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de ciencia, tecnología e innovación en México (UdeG, 2024) , en las últimas décadas si bien se observan en nuestro país ciertos momentos de mayor esfuerzo por mejorar la inversión en CTI en general la inversión se ha llevado a cabo con estancamientos y caídas recurrentes, particularmente en los años más recientes como puede confirmarse con la caída en el presupuesto del Conacyt... Y ahora con el de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti).
En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, el Anexo 12 que comprende el Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación quedó en 136,026 millones de recursos fiscales y 23,249 millones de autogenerados, para un total de 159,275 millones. La Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación en la Cámara de Diputados, presidida por Eruviel Ávila Villegas, no logró mover a favor la balanza presupuestaria para este rubro, pues para la Secihti de reciente creación se redujo el presupuesto del Ramo 38 y quedó en 33,295 millones de recursos fiscales; 3,007 millones de autogenerados y un total de 36,303 millones de pesos.
Hasta 2021, México ocupaba el puesto 70° a nivel global, con un equivalente al .28% de su Producto Interno Bruto (PIB) para este rubro, muy por debajo de la inversión equivalente y necesaria, además de distante de países como Corea del Sur, Bélgica, Suecia, o Dinamarca, cuya inversión es superior al 2.95% del PIB. Incluso por debajo de economías como Cuba o Uruguay.
Retomando el texto citado, se advierten grandes rezagos, por ejemplo, una infraestructura institucional y científica débil; una comunidad de investigadores y tecnólogos todavía muy reducida en proporción al tamaño de nuestra población y de nuestra economía; y un monto de inversión pública y privada totalmente insuficiente para transitar hacia un país que quisiera hacer de la agenda de CTI una prioridad.
El libro menciona que es fundamental que el gobierno haga de esta política pública una agenda prioritaria. Que comprometa un monto de inversión mucho mayor que el actual, que promueva de manera decidida la formación de capital humano altamente calificado; que fortalezca a las instituciones y grupos de investigación para que consoliden sus avances. Sin embargo, lejos de un aumento considerable que refleje la intención de posicionar a la ciencia como un eje transformador en este nuevo sexenio, se dieron recortes a los presupuestos que por años tienden al déficit.