Sunwook Kim demostró un endemoniado virtuosismo

Tocó al pianista Sunwook Kim y a la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por el maestro Carlos Miguel Prieto inaugurar el 28 Festival de México Centro Histórico la noche del miércoles 2 de mayo en el Palacio de Bellas Artes, con una sala casi llena que fue quedando a menos de la mitad de su cupo en la segunda parte del concierto. Por supuesto que el atractivo y la novedad era el coreano, quien se presentó en la primera parte.

El joven virtuoso, nacido en Seúl en 1988, interpretó de Johannes Brahms el Concierto para piano y orquesta núm. 2 en Si bemol Mayor, Op.83 , ejecución que dejó enloquecido al auditorio; recibió ramos de flores, nutridos aplausos y gritos.

El programa se completó con la Obertura Egmont de Ludwig van Beethoven y la Sinfonía núm. 2 en Do Mayor, Op.61 , de Robert Schumann.

A lo largo del concierto, las manos de Sunwook literalmente volaban sobre el teclado, a veces de manera enérgica y veloz, o sutil y delicada como un aleteo de mariposa, según lo demandaba la partitura.

Tal vez el virtuoso coreano no sea un pianista muy elegante (incluso físicamente), pero acciona los martinetes del instrumento con precisión endemoniada (tuvo poquísimas notas falsas) y, sobre todo, vuelca toda su pasión en lo que interpreta. Aunque vimos que le falta dotar a su trabajo de un sentido del dramatismo. En el andante fuimos testigos de cómo alternó magistralmente frases declamatorias con silencios en un juego lánguido, aterciopelado, que dejó al público sumido en el embeleso.

Recordamos que el reconocimiento internacional le llegó tarde a Sunwook Kim, de acuerdo con la escala de un pianista precoz y virtuoso (empezó a tocar a los tres años y dio su primer concierto a los 10), es decir, a los 19 años, cuando ganó el prestigioso certamen para piano Leeds International Piano Competition, en el 2006. De este modo se convirtió en el ganador más joven de la citada competencia en 40 años, así como el primer artista asiático en lograrlo.

Esa vez su ejecución del Concierto núm. 1 de Brahms atrajo los reflectores de la prensa, la cual le dedicó críticas plenas de alabanzas y lo llevó a enganchar contratos con algunas de las mejores orquestas de Reino Unido, así como diversos recitales en otras partes de Europa. Quisimos haber escuchado en México este concierto de Brahms, pero ya será para otra ocasión...

En cuanto a la Orquesta Sinfónica Nacional, cubrió el primer tramo del concierto (la Obertura Egmont ) sin pena ni gloria, lo que auguraba un desastre. Pero una vez iniciado el primer movimiento, el allegro non troppo del Concierto para piano y orquesta de Johannes Brahms, quedamos gratamente sorprendidos por su desempeño…

Esperamos ver a Sunwook Kim en su recital con la Filarmónica de la UNAM, el 4 de mayo, en la Sala Neza, a las 8 de la noche.