¡Que Viva México!, de Luis Estrada, es una “prueba de fuego” para la tolerancia

¡Que Viva México!, el nuevo largometraje de ficción de Luis Estrada, es una metáfora del país crispado y polarizado que vivimos en estos tiempos; un gran fresco caricaturesco de la encarnizada lucha entre chairos y fifís; es la fábula de los cangrejos buscando salir de la cubeta, llevada a la gran pantalla y el mejor retrato fílmico de México en tiempos de la 4T.  Protagonizada por Damián Alcázar, Alfonso Herrera, Ana de la Reguera, Joaquín Cosío y Ana Martín, la cinta se estrena en salas cinematográficas del país este jueves 23 de marzo con más de 3,000 copias disponibles. 

Veinte años atrás, Pancho Reyes (Herrera), un próspero y “aspiracionista” clasemediero, abandonó su pueblo y se olvidó por completo de su numerosa y empobrecida familia. De manera inesperada, un día recibe la noticia de que su abuelo, don Francisco Reyes (Cosío), un viejo y rico minero, ha muerto y que él es uno de sus posibles herederos. Motivado por la avaricia y acompañado de Mari, su mujer (De la Reguera), sus hijos y su sirvienta, Pancho viaja al remoto y ruinoso pueblo de La Prosperidad, para al fin reencontrarse con su muy resentida familia encabezada por Rosendo y Dolores (Alcázar y Martín). Pero la presencia de Pancho, que siempre fue el favorito del abuelo, y al que todos sus parientes consideran un arrogante, ingrato y malagradecido “fifí” y la posibilidad de que sea uno de los herederos, despiertan la envidia, el rencor y el odio guardado por tantos años, ocasionando una batalla campal. Una guerra a muerte por la herencia en la que todo se vale entre Pancho y su esperpéntica y folclórica familia: Los Reyes de La Prosperidad.

Durante la premier en la Cineteca Nacional, Alfonso Herrera compartió: “Para mí es un personaje soñado, es un arco perfecto, desde como inicia y va transformándose y cómo concluye. “Pancho” somos todos, tiene muchos rasgos míos, de mis padres, de mis tíos, de mis familiares, del electricista, del fontanero…yo recuerdo que yo le decía a Luis (Estrada), creo que Pancho es tal cosa, y él me miraba con cierta distancia, como diciendo ‘creo que aún no has entendido bien”, y de pronto un día en el set, me cayó el veinte y dije ‘creo que Pancho somos todos, bingo, ya está’”.

Damián Alcázar confiesa fue como hacer “Los tres huastecos contemporáneos”, ya que interpreta los papeles de Rosendo (el patriarca), Ambrosio (el cura) y Regino (el alcalde), y elogió el trabajo de su “amigo” el director: “Si hay un director mexicano que sepa de los mexicanos y que esté interesado en el país, se llama Luis Estrada”. Siempre sus películas son un éxito y esperamos que esta también lo sea, incluso mejor.”

“Hago tres personajes que no se parecen a mí; creo que el papá, puede ser, pero el sa-cerdote, no; el político, cruz, cruz; pero estoy feliz de trabajar con Luis, siempre con películas que tienen contenidos urgentes en el momento necesario”, agregó el histrión.

“Ahora nos tocó esta etapa sucia, ahí hay un espejo enorme, en el cual ustedes se pudieron ver (…) están sus tíos, sus amigos, o los vecinos, y de eso se trataba, de ver qué somos, intolerantes, racistas, clasistas, todo lo que se puedan imaginar, pero también hay virtudes, todo esto en una plástica formidable”, detalló el actor que se ha significado por el apoyo incondicional al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Una visión de México desde las entrañas

Una línea de diálogo entre Pancho y el alcalde –“No sé por qué este gobierno me recuerda mucho a los anteriores” – da pie a preguntarle al director Luis Estrada acerca de las motivaciones para hacer esta sátira política que va más allá de contar la corrupción gubernamental (La dictadura perfecta) o la podredumbre del narcotráfico (El infierno) y centrarse en desmontar la idealización del “pueblo bueno” o la idea promovida desde las “mañaneras” de que existe una batalla entre buenos y malos.

“Esta película yo la describo como el espejo de una sociedad, de un país, que es el mío, que se llama México, y de un tiempo, que es este que estamos viviendo, y del que me interesaba hablar; de la polarización, de la intolerancia, de cómo veo yo que había una serie de expectativas sobre un cambio social, de un cambio político; yo tenía la ilusión de iba a ser un poco más progresista este gobierno, curiosamente es el único donde no he podido tener un apoyo del Estado, pero eso es secundario porque la película ya está hecha, habrá a quien le guste y a quien no, pero yo quería contar esta película desde las entrañas, y si no lo hacía me iba a intoxicar, y ese es mi punto de vista, esta es misión del México de estos días”, apuntó Luis Estrada.

“Si como país, por fin logramos consolidar un nuevo régimen que se presume democrático y progresista, la tolerancia a la crítica y el respeto irrestricto a la libertad de expresión, debieran ser el sello que los distinga de los gobiernos anteriores. Porque en estos tiempos en que la corrección política se ha convertido en una especie de Santa Inquisición, una película en la que sus “héroes” son retratados como clasistas, racistas, misóginos, avaros, intolerantes, machistas, homofóbicos, arribistas y corruptos, por decir lo menos, son un gran reto y una provocación para la tolerancia de todos… Y esta película, aspira a ser una prueba de fuego de ello”, añade Estrada.

Una producción ambiciosa

¡Que Viva México! fue desde su concepción, en palabras del realizador, “una producción ambiciosa” –aspiracionista, se diría en estos tiempos–, por la complejidad para grabar, en locaciones del desierto potosino, en los alrededores de Real de Catorce, logrando hacer una película que parece de época por sus escenarios pero cuyo contenido es actual; por la extensión del guion –más de 200 páginas– que cuajaron en más de 3 horas de filme; y por la cantidad de coordinar a más de 350 personas en set y en el equipo técnico.

La producción señaló que después de tres largos años de desarrollo, y de varios muy “sospechosos” rechazos de parte de las autoridades culturales y cinematográficas del gobierno federal, el financiamiento para realizar el proyecto se pudo consolidar gracias a una asociación entre Bandidos Films y la empresa Netflix, que adquirió los derechos para distribuirla y comercializarla en todo el mundo.

Finalmente, Estrada expresa: “¡Que viva México! pretende convertirse en un microcosmos, una alegoría o metáfora de todo un país representado como un gran y caricaturesco fresco, en el que estén cuestionados nuestros valores, nuestros anhelos, nuestras nobles instituciones y grandes íconos culturales; pero también, nuestra música popular, nuestra sabrosa comida y nuestro gastado folclor; todo enmarcado en ese pequeño infierno personal al que todos pertenecemos y que todos, para bien o para mal, tenemos y padecemos: la familia”.

Ficha técnica

¡Que Viva México!

• País: México
• Año: 2022
• Género: comedia dramática
• Productor y director: Luis Estrada
• Argumento y guion: Luis Estrada y Jaime Sampietro
• Director de fotografía: Alberto Anaya Adalid A.M.C.
• Reparto: Damián Alcázar, Alfonso Herrera, Ana de la Reguera, Joaquín Cosío, Ana Martín, Angelina Peláez, Alex Perea
• Duración: 189 minutos
• Idioma original: español