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Nuevos ricos rusos prefieren el arte contemporáneo
El apetito por el arte contemporáneo está creciendo a medida que los gustos de los nuevos ricos rusos evolucionan desde las obras clásicas hacia las más modernas.

El apetito por el arte contemporáneo está creciendo a medida que los gustos de los nuevos ricos rusos evolucionan desde las obras clásicas hacia las más modernas, confirman galeristas presentes en ARCO en Madrid, una de las mayores ferias del arte actual en el mundo.
Pero al tiempo que la mayoría del arte vendido acaba en manos rusas, el interés por el arte de este país también está aumentando a medida que los artistas rusos son cada vez mejor conocidos en occidente, añaden.
"Hay poca gente en Rusia que conozca el arte contemporáneo, pero hay un interés creciente y eso puede llevar a más ventas", dice Daria Pyrkina, profesora de la Universidad Estatal de Moscú, que ha escogido a las ocho galerías que toman parte en la muestra "Focus Russia" de la feria ARCO.
Una serie de 11 grandes fotos en blanco y negro de monos muertos a un precio de 44.000 euros (59.500 dólares) y una gran pintura al óleo sobre una piel de vaca de una joven mujer rubia con un largo bigote que cuesta 10.000 euros figuran entre las obras de arte moderno ruso a la venta en la muestra madrileña que se clausura el domingo.
En torno a un 90% de los compradores de arte contemporáneo ruso proceden de las repúblicas de la antigua Unión Soviética, dice William MacDougall, codirector de la casa de subastas MacDougall's.
"El arte contemporáneo ruso se ha recuperado más lentamente de la crisis financiera global que el arte clásico. Pero ahora que el arte internacional contemporáneo está más fuerte, confiamos en que el ruso siga la senda", dice.
"Gran parte del arte contemporáneo ruso es muy asequible, en comparación con el arte clásico ruso y el contemporáneo internacional, por lo que está siendo comprado por una cada vez mayor clase media tanto como por los ricos", añadió.
La casa de subastas de Londres vendió 1,4 millones de libras (2,2 millones de dólares) en arte contemporáneo ruso el pasado año, frente a 1,5 millones de libras en 2009.
Los compradores extranjeros han mostrado interés en obras de artistas rusos, pero a menudo se quejan de pagar el mismo precio por estas obras que si fueran de artistas de la Europa Occidental, dice Anna Luneva, conservadora de la galería moscovita M&J Guelman Gallery.
"Esta es la mayor dificultad. Los artistas rusos son muy buenos, a menudo tenemos que convencer de esto a nuestros compradores", dijo.
En las décadas pasadas, varias conocidas galerías de arte contemporáneo, como RuArts, Stella Art y Marina Gisich, han abierto en Moscú y en San Petersburgo, lo que ha ayudado a impulsar la popularidad del arte moderno.
En muchos casos, los dueños de estas galerías son mujeres o novias de grandes empresarios rusos y esto dota al mercado del arte contemporáneo de una mezcla de filantropía, patrocinio y celebridad.
"Creo que esto está incrementando el conocimiento en Rusia del arte contemporáneo e impulsando el respeto y la curiosidad por nuestros propios artistas contemporáneos", dice la especialista en arte ruso de Sotheby's, Joanna Vickery.
La mayor galería, la Garage Centre for Contemporary Culture que abrió en 2008 en un antiguo depósito de buses soviético en Moscú, es propiedad de Dasha Zhukova, la novia del dueño del equipo de fútbol inglés del Chelsea, Roman Abramovich.
Su inauguración en 2008 incluyó una actuación de la cantante británica Amy Winehouse y atrajo a aristócratas europeos y grandes empresarios del arte de Nueva York Y Londres.