México, el arte contemporáneo te sienta bien

En la década de los 30 México se volvió todo un crisol cultural. Huyendo de la guerra y la persecución, personas de todo el mundo, sobre todo de Europa, llegaron a nuestro país. Entre ellos hubo decenas de artistas que trajeron consigo sus afanes creativos. Ya en México, encontraron eco a su obra entre los jóvenes artistas nativos, algunos de los cuales había también viajado a la Europa antebellum.

Nuevas ideas políticas, cambio de identidad nacional, conflictos armados. De ese caldo de cultivo nació la llamada Escuela Mexicana de Pintura, que fue la entrada definitiva de México en el arte moderno.

Durante décadas ésa fue la escuela dominante: mexicanismo pictórico mezclado con vanguardias. Rica en un principio, la corriente se quedó estancada.

Pero desde años recientes, la escena plástica de México ha ido desperezándose, tiene una identidad más global, más -valga el término- contemporánea. Expliquémonos: no es que no hubiera creación en medio siglo, sino que las olas de cambio no llegaban aún al público y se quedaban como meros intentos de subversión destinados a unos pocos.

Eso ha cambiado. Este 2011, gran parte de las exposiciones más exitosas en museos fue de arte contemporáneo de artistas mexicanos y de todo el mundo. Un dato para apoyar la afirmación: la exposición del hiperrealista Ron Mueck en San Ildefonso ha sobrepasado toda expectativa y va ya por los 300,000 visitantes.

Mueck no fue la única estrella del año. También en San Ildefonso se presentó con éxito la juguetona retrospectiva de la francesa Annette Messager, un recorrido por 30 años de trabajo de Messager quien en el 2005 triunfó en la Bienal de Venecia con su instalación Casino , de la cual los visitantes a San Ildefonso pudieron disfrutar.

Un panorama en pleno cambio

La exposición que mejor encarnó el cambio fue ¿Neomexicanismo? Ficciones identitarias en el México de los ochenta, que reunió en el Museo de Arte Moderno (MAM) la obra de varios creadores que protagonizaron el rompimiento con la Escuela Mexicana.

Toda una generación de artistas (Nahum B. Zenil, Julio Galán, Rolando de la Garza, por mencionar a tres) mexicanos. Así era ser mexicano: un verdadero conflicto vital. Sus antecesores, los Rivera, los Siqueiros, los Orozco, los Tamayo estaban seguros de qué era lo mexicano. Muy seguros porque, de muchos modos, ellos lo inventaron. En ¿Neomexicanismo? Conocimos la ruptura definitiva con los estereotipos modernos y atestiguamos el parto del arte contemporáneo nacional.

El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) fue anfitrión de una de las exposiciones más interesantes del año. Blockbuster: cine para exhibiciones juntó el cine con el arte contemporáneo y resultó muy atractiva para el público.

La lista de artistas participantes incluye a creadores en pleno auge como el mexicano Abraham Cruz-Villegas, que participa con su longevo proyecto Autoconstrucción (en el que documenta el nacimiento de la colonia Ajusco, autoconstruida por sus habitantes) y el inglés Steve McQueen, homónimo del famoso actor de películas de acción pero hoy considerado uno de los renovadores del lenguaje cinematográfico con cintas como Hambre y la reciente Shame. En total 21 artistas participantes, una selección ecléctica hecha por el curador Jens Hoffmann.

El MUAC presentó también Entre utopía y distopía, exposición que revisó el trabajo de artistas que crean en países de regímenes autoritarios, donde la libre expresión es prácticamente inexistente. Con la reciente detención y desaparición y posterior liberación del artista chino Ai Weiwei como contexto, Utopía y distopía se convirtió una exposición trascendental: ¿Cuántos artistas como Weiwei hay en Asia? ¿Cuántos desaparecen?

El Museo Carrillo Gil, recinto que pasa por una nueva y brillante era, presentó con éxito una exposición que, no obstante su pertenencia a la Escuela Mexicana de pintura, se puede considerar todo un hito vanguardista.

Siqueiros paisajista fue una exposición sin edad. Siqueiros, megalómano talentoso, nos logró convencer con su estética socialista-a go go de que él era sus murales, y sus murales son México. Comprensible el hartazgo que muchos sienten al oír su nombre. Sus obras convivieron armónicamente con obras contemporáneas en el Carrillo Gil, entre ellas los bellísimos dibujos de manos de Enrique Guzmán y las instalaciones de Marcos Ramírez Erre.

No sólo en los museos

La galería de la Colección Jumex es un espacio obligado para quien quiera apreciar arte contemporáneo. En el 2011 albergó Destello, exposición curada por Osvaldo Sánchez, director del MAM. Un recorrido de primeras impresiones, de obras de arte que nos toman desprevenidos. Arte sin fronteras, la Colección Jumex, reúne trabajos de creadores de todo el mundo.

Para cerrar el año, las dos galerías más importantes de México presentaron exposiciones atractivas. Por un la do OMR presentó The Space Between Now and Then con obra de artistas como Aldo Chaparro, Iñaki Bonillas y Rafael Lozano-Hemmer. Un recorrido largo de arte punzante.

Por su parte Kurimanzutto cerró el año con El jardín, la primera exposición individual de Monika Sosnowska. En El jardín, Sosnowska trata de aprehender a la ciudad de México como experiencia plástica.

México se ha convertido en un país especialmente interesante para apreciar arte contemporáneo. Esperamos que el 2012 sea aún mejor.

cmoreno@eleconomista.com.mx