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Desierto adentro: una revelación
Elías ha cometido un gran pecado contra Dios; temeroso de un terrible castigo, dedicará su vida para obtener su perdón. Reseña de esta película mexicana.

Rodrigo Plá (Uruguay, 1968) cuenta en su nueva película, Desierto adentro (2009), la historia de Aureliano, quien nace en el contexto de la guerra cristera, uno de los genocidios más lamentables y poco tratados por la cinematografía en la historia reciente de nuestro país y que le sirve para ahondar en las trágicas contradicciones del alma humana y la religión.
Plá utiliza de forma atrevida, pero modesta, recursos técnicos nuevos y una narrativa audaz, lúdica y punzante, para llevar al espectador a una experiencia profundamente desoladora como lo es andar en un desierto.
La historia parte con Elías, padre de Aureliano, quien al sentir una gran culpa por no saber defender algo tan abstracto como una idea, su religión, y al no poder tampoco salvar lo que más le importaba, su familia (muere su hijo mayor a manos de los federales al tiempo que pierde a su esposa cuando da a luz a Aureliano), y pensando que ha sido castigado por Dios, decide adentrarse en el desierto junto con sus hijos y ahí comienza a construir una iglesia para expiar su pecado y el de toda su familia.
Por su parte, Aureliano crecerá entre cuatro paredes ante el temor de que su padre caiga enfermo y muera, y en ese encierro no sabrá lo que se siente el contacto físico con otra persona, cómo se siente la lluvia o qué es jugar con sus hermanos.
Aureliano será el encargado de materializar la memoria de la familia dibujando exvotos con los cuales ayudará al proyecto de su padre, exvotos que al final serán testimonio de esta historia en la que un hombre, Elías, es capaz de condenar a toda su familia por convertir un mito, creado en su propia cabeza y por sus propios miedos, en la verdad de unos niños-jóvenes para quienes la culpa será su marca de nacimiento.
Plá utiliza los exvotos (manifestaciones plásticas ingenuas y populares, acompañadas de plegarias a Dios muy comunes a inicios del siglo XX) de una manera lúdica gracias a la magia de la animación y los alterna en la pantalla con imágenes cruentas y naturales.
Así, Desierto Adentro aborda los temas del desarraigo y la soledad, el acendrado sentimiento de culpa, el destino y el irrenunciable anhelo de expiación, pero también la fascinación y ceguera ideológico-religiosa, como una crítica contundente a estos aspectos casi inherentes a la mexicaneidad. Una mirada crítica que otorga al cine mexicano un valor agregado del que tanto ha carecido en los últimos 50 años.
klm