Ciudad de huérfanos, lectura apasionante

Ciudad de huérfanos se lee de una sentada, a pesar de sus casi 400 páginas; los capítulos cortos, la agilidad de las descripciones y un interlineado cómodo, hacen que el lector no quiera soltar el libro hasta terminarlo.

Ambientada en la Nueva York de 1893, el autor nos relata cómo era la vida en el Lower East Side, el barrio donde se asentaban y convivían la mayoría de los inmigrantes europeos que llegaron a (lo que ellos llamaron) América. El autor pinta un detallado cuadro de cómo esos transterrados, agrupados en familias o clanes, debían cohabitar y competir con los otros para encontrar salarios que les permitieran llevar a cabo su sueño americano. Pero lo que hace original y entretenida a esta novela es que narra todo esto, que ya hemos visto infinidad de veces en películas y documentales, desde la perspectiva de un niño.

Ciudad de huérfanos es rica en aventuras e intriga y, sin que tenga un afán costumbrista, retrata minuciosamente el periodo histórico que aborda. Así, mientras leemos la historia de Maks, un chico de 13 años, hijo de inmigrantes daneses que debe vender periódicos para ayudar a su familia, nos enteramos del funcionamiento de los engranajes de la gran urbe. Paseamos por sus distintos barrios, deambulamos por su arquitectura y convivimos con distintas nacionalidades y oficios. Junto con el pequeño voceador recorremos desde los barrios más bajos, donde la gente se pelea por un pedazo de pan, hasta el Hotel Waldorf, mítico por su lujo y esplendor.

Aunque la historia transcurre en sólo cinco vertiginosos días, está tan bien zurcida que permite conocer y encariñarse con los personajes, profundizar en sus historias para comprender sus acciones y amarrar todos los hilos para que no quede cabo suelto. Al pasar la última página, el lector se queda con la impresión de haber estado embebido frente a una de esas viejas postales en color sepia.

En estos tiempos en que los brotes xenofóbicos son cada vez más frecuentes, en que se construyen muros indignos en las fronteras y en los que somos tan inconsecuentes que nos quejamos de que traten mal a nuestros paisanos en Estados Unidos, pero nosotros tratamos igual a quienes vienen de Centroamérica, leer una novela como esta puede servir, además del obvio placer de la lectura per se, para recordar que todos los pueblos siempre se han enriquecido con el aporte de quienes han cruzado sus caminos y de los que han llegado para quedarse.

• Ciudad de huérfanos
• Autor: Avi.
• Editorial: Bambú.
• Páginas: 394.
• Precio: $100.