Auf Wiedersehen a Alemania

Es una ley de la vida: todo lo que empieza, tiene que acabar. Y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no es la excepción.

Luego de nueve días de actividades, el encuentro librero más importante en habla hispana cierra sus puertas. La vigésimo quinta edición de la feria llega a su fin y llega el momento de despedirse de Alemania, país invitado de honor de este año, pero también de darle la bienvenida, desde ya, al siguiente país que repite los honores como protagonista de la FIL: Chile.

Desde hace años, es una tradición que la mañana del último día de la feria está dedicada a los números. Así, Edmund Duckwitz, embajador de Alemania en México, compareció para informar que por el pabellón alemán circularon más de 8,500 visitantes, lo que representa un orgullo para nosotros porque logramos traspasar las barreras del idioma . El diplomático enfatizó la presencia de la premio Nobel Herta Müller, de quien dijo que fue la estrella del programa alemán. Con su presencia conquistó los corazones de los visitantes .

Por el número de actividades realizadas, la participación alemana dejó un excelente sabor de boca y una gran satisfacción , apenas empañada hace un par de días al darse a conocer la muerte de la escritora Christa Wolf.

Eso en cuanto a Alemania. Para Raúl Padilla, presidente de la FIL de Guadalajara, la vigésimo quinta edición de la feria sirvió para remarcar el carácter cada vez más internacional de esta feria . Con una inversión de alrededor de 64 millones de pesos y con ingresos por 66 millones, Padilla destacó la salud financiera de una feria que, a pesar de los tiempos de crisis económicas que imperan a nivel mundial, no baja sus números y sigue creciendo . Como referencia, el año pasado la FIL costó 60 millones de pesos e ingresó 64.

Para sustentar el crecimiento, el presidente de la FIL detalló que la asistencia pasó de 609 mil 251 personas en 2010, a 659 mil 898 hasta el penúltimo día de feria. Asistieron mil 935 editoriales procedentes de 43 países y a la cita con Guadalajara acudieron 17 mil 800 profesionales del libro. Según Padilla López, esta última cifra es de las más relevantes porque el Salón de Derechos ha crecido mucho de unos años para acá. No hace mucho Frankfurt, que es la feria más grande del mundo y es sobre todo una feria de ventas de derechos, tuvo ese monopolio. Pero cada vez más agentes vienen a Guadalajara a cerrar sus negociaciones .

En cuanto a las ventas de los editores, el mandamás de la feria no pudo dar datos exactos porque, dijo, muchas editoriales prefieren no revelar sus números. Sin embargo, añadió que, de acuerdo a la experiencia de años anteriores, el volumen de venta rondaría los 25 millones de dólares.

Uno de los temas de los que también se ocupó la FIL este año fue el de los libros digitales. Según su presidente, este año hubo una presencia de 5 por ciento de editoriales y distribuidoras de e-books, entre las que se contó a Amazon.

Con 25 años cumplidos y otros tantos por venir, el reto de la FIL sigue siendo construir lectores. Así, una de las apuestas para las ediciones venideras será desarrollar un programa que dé más juego a bibliotecarios y libreros, además de impulsar, junto con Fundación UdeG, actividades que incluyan a los lectores más pequeños: los de preescolar. Pero eso son planes. Por ahora la feria celebra sus bodas de plata, da las gracias a Alemania por su visita y se dispone, desde ya, a recibir lo que Chile tenga que traer en 2012.

klm