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La conspiración de los reo-sicarios continúa...
Si alguien identificaba a uno de los agresores u obtenían un retrato hablado, llegarían a la conclusión de que el asesino buscado estaba preso.
Era el plan perfecto para la delincuencia organizada. Si alguien identificaba a uno de los agresores u obtenían un retrato hablado, llegarían a la conclusión de que el asesino buscado estaba preso; además, las autoridades no revisan las armas de los custodios de un penal, lo que hacía imposible dar con los responsables; ésa es la maraña que ahora la PGR tiene clara, pero falta aún constatar la veracidad del video-zeta, en el cual se acusa a la directora del Cereso de Durango, Margarita Rojas Rodríguez, de dejar salir a los reos por la noches.
Hasta el momento, han podido comprobar que cuatro de 78 armas registradas en el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 2 de Gómez Palacio, Durango, fueron usadas para asesinar a 35 personas y dejar malheridas a 53 más, en tres eventos ocurridos en bares de Torreón, entre febrero y julio del 2010, precisaron fuentes cercanas a la investigación.
Se espera que en los próximos días se logre ubicar a los reos que salían y entraban al penal con la presunta autorización de la directora, Margarita Rojas Rodríguez; el subdirector, Carlos Alberto Uranga Orona, y los jefes de Seguridad y Vigilancia, Roberto Enríquez Aguayo y José Guadalupe Rivas Ordaz.
Los funcionarios penitenciarios fueron arraigados el pasado sábado por la Fiscalía General de Coahuila; el lugar no fue revelado por seguridad de los implicados y la secrecía de la investigación.
La PGR pese a la intervención de las procuradurías estatales de Coahuila y Durango es quien lleva la tutela de la indagatoria, debido a que fue ante un MP federal donde declararon los funcionarios carcelarios y 75% de los reos.
Con lo que se podría fincar responsabilidades penales en contra de ellos.
Sobre los custodios, aún no son identificados los que estaban a cargo de los cuatro fusiles AR-15 calibre .223 mm marca Colt, accionados por los reo-sicarios en los tres bares.
El primer evento delictivo donde presuntamente participaron ocurrió el 1 de febrero en el bar Ferrie con saldo de 10 muertos y 15 heridos; en el bar Juanas, el pasado 15 de mayo, con ocho muertos y 18 heridos, y el 18 de julio, en la Quinta Italia Inn, con 17 muertos y 18 heridos. Según las primeras indagatorias, los reos a quienes se les permitía salir a trabajar iban por objetivos específicos , presuntamente contra propietarios de los bares, sin embargo, dispararon contra los asistentes.
Ayer, alrededor de 100 policías estatales mantuvieron rodeado el penal por una manifestación que realizaron los reos en las azoteas.
rtorres@eleconomista.com.mx