“Intereses privados afectan el dictamen”

Inicialmente, expertos y grupos de consumidores coincidieron que el problema de la obesidad infantil se debería atacar mediante seis puntos fundamentales: educación a niños y a padres de familia; activación física; consumo de agua potable gratuita en las escuelas; retiro total de cualquier tipo de publicidad de industria alimenticia; transparentar el servicio de las cooperativas, y regulación de alimentos.

Sin embargo, de acuerdo con Xiuh Tenorio, fundador de Mídete, consideró que sólo se tomó un punto de éstos y de manera incorrecta.

Por su parte, Alejandro Calvillo, de la organización El Poder del Consumidor, nos explicó que las modificaciones hechas a los lineamientos originales fueron alteradas por la presión que las empresas ejercieron sobre la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, manteniendo la densidad calórica permitida para la venta de estos productos.

Daniel Gershenson, de Al Consumidor, complementó el argumento de Alejandro Calvillo sobre la presión de las empresas.

Agregó que la decisión de la Cofemer no fue del todo autónoma, pues el secretario de Economía, Bruno Ferrari, y la subsecretaria de Comercio e Industria, Lorenza Martínez, participaron para que las medidas se relajaran.

Finalmente, Ramón Villegas, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia, denunció la poca apertura de la Secretaría de Educación Pública y comentó que el proyecto fracasará sin la ayuda de los padres.