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Opinión

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Equivalencia y trato igual busca Cofepris

Van avanzando los llamados acuerdos de reconocimiento mutuo entre México y otros países, mejor conocidos como acuerdos de equivalencia, para reconocer mutuamente las autorizaciones sanitarias de uno y otro país, de modo que el próximo año sean notoriamente más ágiles los trámites para importar y exportar fármacos y otros productos sanitarios.

Pero el punto es que esos acuerdos de homologación de trámites sean aceptados por México y, al mismo tiempo, los otros países firmantes también vayan aceptando los productos mexicanos autorizados aquí; es decir, que haya reciprocidad y, así como aquí se permita agilizar las importaciones, en otros países también se abran a aceptar productos mexicanos avalados por la autoridad sanitaria, es decir, la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Por eso el proceso de los acuerdos de equivalencia va aparejado con el proceso para que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) avale a la autoridad sanitaria mexicana, la Cofepris, y la reconozca como autoridad de referencia, lo cual Mikel Arriola espera lograr entre enero y marzo del 2011.

Si lo consigue, se estaría en posibilidad de buscar un trato recíproco con los países con los que se están firmando dichos acuerdos de equivalencia, es decir, con Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Brasil y con la Unión Europea.

La idea de Mikel Arriola es ambiciosa pero luce aterrizada y realista: primero empatar tiempos de atención con los de la Federal Drug Administration (FDA) y para eso, por lo pronto, ya ha acabado prácticamente con el rezago de cinco años que la Cofepris arrastraba en sus autorizaciones y renovaciones de registros; luego obtener el reconocimiento de la OPS como autoridad sanitaria de referencia y, entonces, continuar con los acuerdos de equivalencia pero exigiendo trato igual.

Esto implica no sólo impulsar que sigan, llegando los productos innovadores provenientes de otros países, sino que también se abran puertas para los productos que salen de México.

Viendo el panorama completo, las prioridades para nuestras autoridades sanitarias están claras antes de pensar en otros cambios al reglamento de insumos para la salud que permitan tener el concepto de marca paraguas para productos OTC como lo solicita la Afamela. Lo que sí es que, en moléculas nuevas, la equivalencia con EU y Canadá llegará más rápido.

Viene el tercer paquete

Que antes de que finalice el año, es decir, en cuestión de días, la gente de la Cofepris ya esté emitiendo el tercer paquete de nuevos genéricos autorizados.

Con esta estrategia, la autoridad calcula que ya le está pegando a los 6,000 millones de pesos en ahorros por automática reducción de precios. Sin duda sí está habiendo agilidad en este proceso y lo bueno es que sí se están logrando reducir precios de los medicamentos en general, porque con la salida al mercado de la copia, todos los fármacos de determinada terapia reducen de precio, o sea, incluido el de referencia; es el espíritu del genérico: que, al incrementarse la oferta y gama de opciones, se eleva la competencia y, en consecuencia, bajan los precios.

Ahora una cuestión que está por verse en México es que la población verdaderamente confíe en los genéricos porque es indudable que para los mexicanos las marcas tienen un peso muy claro y, bueno, el papel que juegan los médicos es también crucial en este proceso porque si los propios médicos no se animan a prescribir genéricos en sus recetas, ello es claramente una barrera de entrada a los genéricos en el país.

Un punto importante es que la autorización de los siete genéricos en lo que va de este año se ha debido a la conclusión del periodo de patente y de venta exclusiva. Y una cosa que deja en claro Mikel Arriola es que se han sometido tanto a las restricciones que les impone la vinculación con el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (el llamado linkage) que obliga a la Cofepris respetar las patentes de sustancia activa, así como a la de la Suprema Corte, que este año ordenó incluir también a las patentes de formulación. Las que de ninguna manera se incluirán en estas restricciones, asegura la autoridad, son las llamadas patentes de uso; será, por tanto, en los tribunales donde los laboratorios seguirán tratando de defender este tipo de patentes. Y sí que hay muchos casos de estos aún atorados en tribunales.

Twitter: @maribelrcoronel

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