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¿Cuál es tu película favorita?
A veces llega la hora de la pregunta más difícil para el cinéfilo o el bibliófilo. El escenario puede ser un café, una reunión de ex-alumnos o una cita romántica. Está muy quitado de la pena, cuando alguien a bote pronto y sin anestesia de por medio pregunta: ¿Cuál es tu película favorita?
Inténtelo alguna vez. Gracias a las redes sociales es posible emboscar a su crítico favorito, pero funciona mejor si se practica con la familia, por ejemplo con el tío Aníbal. Ese que presume de comprar los DVDs de Von Trier nomás salen a la venta en Amazon Tokio. Embósquelo una tarde cualquiera, de preferencia en una inofensiva sobremesa frente a familiares y amigos. Haga la pregunta con un falso interés (se vale fingir). Lo importante es que parezca una duda sincera, una que provoca desvelos, que realmente necesitamos conocer y ahorita por favor.
Es necesario precisar lo anterior porque es la pregunta más evadida por los expertos y seudoexpertos, quienes seguramente tienen preparada en respuesta de cajón: una película indiscutible del canon, una joya oscura del cine europeo o asiático (las modas cambian), o una favorita contemporánea del circuito de festivales. Si son honestos o tomados desprevenidos, dirán: Híjole, es la pregunta más difícil, mejor pregúntame cuándo y dónde perdí la virginidad.
Y es que el cinéfilo, ese ente que toma notas en RottenTomatoes, compra abonos en las muestras, perfora tarjetas de cliente frecuente, tiene a www.imdb.com como home page en sus navegadores, asesora a inadvertidos compradores en Mixup, tuitea desde la sala misma de cine como si estuviera cubriendo el evento en vivo. Ese cinéfilo que todos llevamos dentro. Cuando se ve enfrentado a esa pregunta es incapaz de decir lo que dice cualquier hijo de vecino interrogado con la misma cuestión: la última película que vio.
El cinéfilo puede convulsionarse, reflexionar en voz alta, recurrir a los clásicos, explayar su posición sobre Wong Kar Wai, Hitchcock o Billy Wilder. El cinéfilo siente que si dice una estupidez, si escupe una película sin pensarlo demasiado (si intenta apurar algún placer culpable, o la más reciente cinta de Park Chan-wook para pararse el cuello), puede ser la respuesta definitiva. Puede quedar grabada en piedra ahí mismo como la lápida que cargará sobre los hombros el resto de su vida.
Para otros es el momento de hacer una lista. Veamos, ahí te van algunas de las diez mejores que he visto...una lista que se truncará en nueve cuando aparecerá la misma mirada huidiza, la desesperación que invade de sudor frío su frente cerúlea. Dejemos la lista abierta ahí, no vaya a ser que se me olvide alguna...
Para los que recurren a un clásico, y basta un vistazo a cualquier transmisión de Es la hora de opinar los viernes, las opciones son limitadas. Si las casas encuestadoras decidieran apuntar a investigar algo más trascendente que atinarle al ganador en la próxima elección local o federal, podrían preguntar por las tres películas favoritas y una de ellas siempre será El Padrino, Érase una vez en América, o Pulp Fiction, dependiendo de la generación y el tipo de gángster al que se aspira ser en las noches de insomnio. Amelie, La vida es bella o Cinema Paradiso, si la del insomnio es mujer.
Los arriesgados son a los que no les importa la posteridad ni el qué dirán. Buscan autodefinirse con su selección. Saben que si dicen La vida de Adele o La novicia rebelde, levantarán cejas y rumores. Que si dicen El club de la pelea, delatarán que quieren ser tipos rudos (que no han visto cine, eso sí, pero muy rudos). Que si respiran hondo y musitan Nymph()maniac, pueden a lo mejor ligarse a alguna chica con falda corta y apuesta de chocolates de por medio. Son aquellos que corren el riesgo, no lo piensan demasiado y ahí les va: La sociedad de los poetas muertos con orgullo y sensibilidad.
Lo mejor es alzarse de hombros, sonreír un poco, como si nos acordáramos de algo gracioso que nos sucedió en la infancia y después, sin dejar pasar demasiado tiempo y con voz tranquila decir: Valorándola exclusivamente por la experiencia estética, tendría que decir ___________________ (escribir en la línea el título de la primera película que viste con tu pareja en turno, especialmente si está presente, y ojo- no expliques que la elegiste por esa razón; ella/él sabrá por qué lo hiciste y debe quedarse como un secreto entre ambos). Por lo menos esa respuesta tendrá consecuencias positivas esa misma noche.
Para los demás sirvan estos principios:
- Se vale cambiar de película favorita cada vez que te pregunten.
- No se vale mencionar películas de Disney, Pixar, dirigidas por Michael Bay, o actuadas por Robert Pattinson, Al Pacino o Jean Reno. O si el protagonista es un niño mago, un perro, un Jedi o un elfo.
- Cuando se dice el título, pega mejor si se conoce bien y no se confunde a su director con otro. Títulos prohibidos: Avatar, Titanic, Moulin Rouge, Corazón Valiente o V de Venganza.
- Si mencionas cualquier película estrenada en los últimos veinticuatro meses quedarás expuesto como lo que eres: un hijo de Clarovideo cualquiera. Sí. Eso quiere decir que hay un tiempo de espera forzoso de veinticuatro meses antes de incluir una película como respuesta a esa pregunta, y finalmente...
- Siempre es bueno decir Casablanca.
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