Aviacsa, reestructura y vuela

Luego de haber transitado por la tubería del concurso mercantil, Aviacsa está a punto de levantar el vuelo.

Logró reestructurar sus deudas con sus acreedores y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y planea renovar su flota aérea.

La línea aérea, que en breve podría reiniciar el vuelo, ahora está bajo la Presidencia del Consejo de Administración, que comanda Ramón Madero.

Aviacsa surcará los cielos nuevamente a partir del próximo mes de mayo con una muy pequeña flota y con alrededor de 600 trabajadores, de los 1,500 que llegó a tener.

Hasta ahora, Grupo Madero ha invertido alrededor de 40 millones de dólares y está por invertir otros 150 millones de dólares.

Tienen un plan muy agresivo de renovación de su flota, con el que buscarán cambiar por completo los 22 aviones que posee actualmente.

Lo harán en un plazo de entre 18 y 24 meses. Están seleccionado entre las marcas Boeing, Airbus y Embraer.

Las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que encabeza Dionisio Pérez Jácome, ya le concedieron prácticamente todas las autorizaciones respectivas.

La SCT se aseguró de que Aviacsa esté en posibilidades de iniciar operaciones con un plan de largo plazo.

Incluso, la aerolínea fue sometida a duras pruebas de estrés con escenarios potenciales, en los que se consideró el alza marcada en el precio de la turbosina.

O si la competencia se tira al piso en sus tarifas o si las rutas nos las puede operar y, en términos generales, varias alternativas en las que tendría que someterse a una dura carga de capital y flujo.

De todos los escenarios, Aviacsa salió bien.

Por lo pronto, Aviacsa va a reiniciar operaciones con tres equipos y tres rutas: México-Monterrey, México-Tuxtla y México-Guadalajara.

Deuda fiscal: paga lo que debes

El Grupo Madero ya logró también la reestructura de sus pasivos fiscales con el SAT.

Tendrá que pagar alrededor de 400 millones de pesos.

Los pagará en 36 meses, pero pueden pagar de manera anticipada sin penalizaciones.

La estratosférica cantidad la está aportando el grupo de inversionistas que encabeza Madero.

El SAT les hizo una quita respecto del pasivo generado por operaciones de la aerolínea.

Sin embargo, todos los impuestos retenidos los tendrán que enterar. Estamos hablando de algo así como 200 millones de pesos.

Aviacsa tiene 30 días para pagar.

La aerolínea, que estuvo por más de año y medio en concurso mercantil, empezará a volar en mayo. Ya reunió todos los requisitos.

Empezará con 600 trabajadores, quienes ya firmaron convenios y todo.

Hay que recordar que estaban suspendidas las relaciones de trabajo.

Desde el punto de vista de las autoridades, lo que más vale de Aviacsa, incluso por encima de las aportaciones de capital de los socios nuevos, es su gente; los trabajadores traían tatuada la camiseta; es un sindicato independiente.

Regresan con las mismas condiciones laborales.

Por lo que toca al resto de las deudas, ya hay acuerdo también.

La turbosina que debían la pagarán a 100%, son como 90 millones de pesos, y al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México son como 50 millones de pesos.

Tienen un plazo de tres años, igual que todos los acreedores.

Todas las demás deudas se van con quita de 72 por ciento.

Se trata de todos los pasivos de operación, que son alrededor de 800 millones de pesos. Es una relación enorme de deudas, con alrededor de 600 acreedores.

Al final, Aviacsa está a punto de dejar los hangares para surcar nuevamente los aires.

CUENTOS VERAS

A contracorriente del contexto internacional de incertidumbre, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, destaca por el optimismo y la confianza con el que observa el futuro de corto plazo de México.

En Inglaterra, habló de que el Producto Interno Bruto de México podría alcanzar un crecimiento similar al que logró al cierre del 2011.

El titular de las finanzas públicas ha tenido bastante tino en sus pronósticos hasta ahora. Tan sólo hay que recordar que fue él desde principios de este año quien comenzó a revisar a la alza los pronósticos de crecimiento económico. Y hasta ahora, no se ha equivocado.