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Finanzas Personales

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El secreto para alcanzar nuestros objetivos (IV)

La elaboración de un verdadero presupuesto nos brinda libertad.

(CUARTA Y ÚLTIMA PARTE)

Una vez que hemos identificado nuestras prioridades y elaborado nuestro estado de flujo de efectivo (o de ingresos y egresos), tenemos todo listo para continuar con la preparación de un verdadero presupuesto que, en lugar de atarnos, nos brinde libertad.

HAGAMOS ENTONCES LO SIGUIENTE:

1. Definir nuestras prioridades, de una forma clara y objetiva, pero sobre todo medible en cuanto al plazo y el monto que requerimos para lograrlas (en pesos de hoy).

2. Determinar el monto mensual de ahorro que necesitamos para alcanzar nuestras metas. Para las de corto plazo, basta con dividir el monto total que requerimos entre el número de meses que nos hemos puesto como plazo para alcanzarlas.

Con respecto a las metas de mediano y largo plazo, no debemos olvidar que contamos con la ventaja del interés compuesto. Teniendo en cuenta que necesitamos separar cada mes un monto bastante menor.

¿Por qué hablamos de tasas de interés reales? Porque también tenemos en nuestra contra el componente de la inflación, variable que no conocemos y que, en lugar de estimar, es mejor incorporar en nuestra expectativa de rendimiento.

3. Elaborar un presupuesto, siguiendo el formato anexo, pero añadiendo en primer lugar, dentro de los gastos fijos del mes, el monto de ahorro que hemos determinado en el paso anterior.

Si necesitamos hacer ajustes en nuestro presupuesto, siempre se deben hacer sobre los gastos variables, ya que cuentan con un componente mucho mayor de discrecionalidad. No vamos a mencionar aquí reglas acerca de qué porcentaje es adecuado gastar en cada rubro: se trata de ser flexibles y de que el presupuesto se adapte a nuestras necesidades. De lo contrario no funcionará.

4. Cada mes, paguémonos primero a nosotros mismos: el primer cheque del mes que elaboremos debe ser para nosotros, para llevarlo a una cuenta de inversión que sirva para la consecución de nuestras metas. Si estamos contribuyendo para varios objetivos de distintos plazos, es conveniente tener cuentas separadas para cada uno de ellos.

5. En caso de que al final del mes nos haya sobrado un poco de dinero, podemos hacer dos cosas: ahorrar el excedente para llegar más rápido a nuestras metas, o bien utilizarlo para premiar nuestro esfuerzo como un estímulo a continuar por este camino que nos asegurará satisfacciones en el futuro.

Este presupuesto lo debemos revisar por lo menos cada año, con el fin de revisar si las metas que nos hemos planteado siguen siendo vigentes. No olvidemos que la meta original fue definida utilizando pesos de hoy, y que el monto mensual a ahorrar fue calculado utilizando un supuesto de tasa real (por arriba de la inflación). Por lo que tanto la meta original como el monto a ahorrar deben ser actualizados cada año con respecto a la inflación.

Recordemos que un presupuesto es una herramienta tan buena como la información que refleja. Debe ser maleable, flexible y debe poder ser estirado al máximo. El mejor presupuesto es el que crea un estilo de vida con el que uno puede vivir. Un presupuesto debe ser cómodo y debe ser modificado en caso necesario. Debe balancear nuestras necesidades actuales, incluyendo el entretenimiento o las salidas fuera, con nuestras obligaciones y necesidades futuras, como pueden ser su retiro, la educación de sus hijos o su hogar.

De esta forma, si hemos diseñado un buen presupuesto, no se necesita mucho esfuerzo para que funcione: basta con ser cuidadoso y tener la disciplina de pagarnos primero a nosotros mismos.

Te invito a visitar mi página: http://www.PlaneaTusFinanzas.com - el lugar para hablar y reflexionar sobre Finanzas Personales.

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