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Economía

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Nuevo salario mínimo en Colombia dispararía costos de empresas

Elevar el monto a 2 millones de pesos colombianos (539.6 dólares) en 2026 tendrá efectos directos sobre la formalidad laboral y la sostenibilidad financiera de pymes, en un contexto de presiones inflacionarias, coinciden.

Algunos sectores y analistas calificaron de “populista” la medida de Gustavo Petro, de cara a las elecciones presidenciales de 2026.FOTO: AFP

El Gobierno de Colombia confirmó el monto del salario mínimo para 2026, que por tercer año consecutivo salió por decreto y no por consenso en la Comisión de Concertación. El Ejecutivo decretó un ajuste de 23%, el más alto aplicado en una sola vigencia en la historia reciente, es decir, el sueldo mínimo será de $1,750,905 (467 dólares, aproximadamente).

Con esta decisión, el sueldo pasará de $1,423,500 a $1,750,905. Por su parte, el auxilio de transporte se situará en $249,095, quiere decir que en total el salario mínimo quedaría en $2 millones (539.6 dólares).

La propuesta del presidente Gustavo Petro de establecer un salario vital de $2 millones ya impulsó el debate entre empresarios, analistas económicos y abogados, quienes advierten que una medida de este tipo podría elevar de manera significativa los costos fijos de las empresas, especialmente en sectores intensivos en mano de obra. Según expertos, el incremento salarial tendría efectos directos sobre la estructura de costos, la formalidad laboral y la sostenibilidad financiera de pequeñas y medianas compañías, en un contexto marcado por presiones inflacionarias y bajo crecimiento económico.

Camilo Cuervo, socio de Holland & Knight, advirtió que el aumento decretado por el Gobierno representa un incremento “sustancialmente alto” frente a la inflación. Según explicó, la nueva base salarial, fijada en $1,750,905, prácticamente quintuplica la inflación, lo que supone una ruptura para el ya reducido mercado formal de trabajo en Colombia.

Cuervo señaló que sectores intensivos en mano de obra, como el de seguridad privada, enfrentan una situación crítica. “Varias empresas no tienen literalmente cómo pagar la nómina de enero”, afirmó, y anticipó que este ajuste se trasladará de forma inmediata a las tarifas, elevando de manera significativa los costos de servicios como la vigilancia.

El impacto, agregó, se extenderá a empresas de consumo masivo como restaurantes, pizzerías y comercios, donde los costos laborales pueden representar entre 60% y 70% del total. En estos casos, estimó que el incremento salarial podría traducirse en alzas de entre 15% y 20% en los precios finales dentro de la economía formal.

Desde su perspectiva, la medida tendrá efectos adversos inmediatos sobre inflación, informalidad y empleo. Ante este escenario, advirtió que muchas empresas solo tendrán dos opciones: subir precios o reducir costos, lo que podría derivar en despidos y mayor informalidad laboral. Cuervo calificó la decisión como populista y consideró que generará “más problemas de los que pretende solucionar”, al tiempo que presionará la inflación y afectará de forma directa a los trabajadores, especialmente en sectores rurales y de baja productividad.

Cabe señalar que la cifra es superior a la propuesta por los empresarios, que en la mesa tripartita habían postulado un ajuste de 7.2%. De hecho, el monto supera a lo pedido por los sindicatos, que llegaron a la discusión solicitando un incremento de 16%.

La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia advirtió que la decisión fue adoptada de manera unilateral por el Gobierno Nacional y por fuera de los mecanismos de diálogo social tripartito establecidos en la Constitución y la legislación laboral vigente.

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