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El despertar de Colombia para reclamar la Copa América
Los cafetaleros se tomaron muy en serio su reestructuración. El dolor de no clasificar al Mundial de Qatar 2022 se reflejó en un despertar en la Final del torneo continental contra Argentina.
FOTO: AFP
Es necesario decir que para vencer a Uruguay en semifinales 1-0 y agendar cita en la Final contra Argentina tuvieron que amarrar 27 victorias, una racha que data de más de dos años. Después de pasar demasiado tiempo bajo la sombra de Argentina, Brasil y Uruguay, hoy los cafetaleros son un equipo rápido y fluido. Se trata del regreso de una selección que ya celebró su primera Copa como anfitriona en 2001 bajo el mando de Francisco ‘Pacho’ Maturana.
Otro chip de reestructuración es el del James Rodríguez, que a sus casi 33 años está jugando como si tuviera 10 años menos. Su destino fue doloroso cuando salió del Real Madrid (2020) un máximo sueño. Quedó incluso sin equipo tres meses en el 2023 hasta que Sao Paulo lo fichó con un contrato hasta el 2025 sin coste. La historia de James empata con la resurrección de la escuadra cafetalera. James suma (hasta antes de la final) cinco asistencias y un gol en cuatro partidos.
“Corre menos y piensa más. El fútbol son 11 jugadores, pero a veces tienen que jugar 10 para ese jugador. Se ha logrado mucho y no dependemos de un resultado para valorar lo que hemos hecho hasta ahora”, dijo el entrenador, Néstor Gabriel Lorenzo. Hay otros jugadores que destacan en el proyecto colombiano: Díaz “Lucho” y Jhon Córdoba y Richard Rios.
La tragedia en las gradas
Al terminar el partido, jugadores uruguayos, incluidos el delantero del Liverpool Darwin Núñez, Ronald Araujo del Barcelona y el defensa del Atlético de Madrid José María Giménez subieron a las gradas para pelear contra hinchas colombianos en las gradas de la planta baja del Bank of America Stadium en Charlotte, donde se encontraban sus familias. El personal de seguridad pareció intervenir antes de que los jugadores regresaran al campo junto con algunos familiares que los seguían.
El capitán de Uruguay, José María Giménez dijo más tarde en la transmisión televisiva que los jugadores temían por la seguridad de sus familias.
“Es un desastre total. No había ni un solo policía. Aparecieron media hora después. Un desastre. Y estábamos allí, defendiéndonos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. Ojalá los organizadores tomen un poco más de precauciones con nuestras familias, con la gente y quienes están alrededor de los estadios. Porque esto pasa en todos los partidos”, dijo.