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Un fracaso, la ley del libro y una industria editorial muy lastimada
La fiesta de los libros sigue su marcha mientras se polemiza sobre la falta de apoyo por parte del gobierno federal al fomento de la lectura.
Guadalajara, Jal. Mientras todo es fiesta y glamour en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL) con discursos oficiales optimistas y escritores mexicanos famosos paseando, la realidad es que la industria editorial en México se la pasa muy mal y la promoción de la lectura en el país es un dramático fracaso.
En esto coincidieron José Ignacio Echeverría, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem); Ricardo Cayuela, director general de Publicaciones del Conaculta, y el editor Álvaro Uribe en una mesa donde se reflexionó sobre el fracaso de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro en México.
No existe una política de fomento a la lectura en México pese a todas las declaraciones oficiales, no hay políticas públicas claras hacia el tema. Cuando les dije a los diputados que necesitábamos 1,200 millones de pesos para un programa de fomento, que representa apenas 40 pesos por alumno del sistema escolar público, con el fin de que se tenga dos libros para cada uno en sus bibliotecas... se espantaron, se fueron de espaldas , dijo Echeverría.
El presidente de la Caniem aseguró que en el 2012 en el presupuesto del Gobierno Federal se estipulaban 80 millones de pesos para el fomento del libro y la lectura, dinero que desapareció en el 2013, el 2014 y el próximo año.
No existen los recursos ni políticas ni nada. La realidad es que la famosa ley del libros es letra muerta, pero esperemos que podamos redondear esta ley para corregir los puntos que deriven en políticas que fomenten en realidad la lectura , agregó.
Por su parte, Ricardo Cayuela comentó que pese a sus esfuerzos es imposible que lo hagan todos ellos. Costó un enorme esfuerzo llevar a cabo la ley y se construyó un instrumento perfecto en el papel e inútil en la practica. Nosotros somos una dirección pequeña y es suicida pensar que podemos hacer todo. Necesitamos tener una buena comunicación con la Secretaría de Educación Pública y trabajar todos en conjunto , agregó.
México, sin indicadores?de lectura
Un tema importante es que no hay datos y estadísticas confiables para conocer el problema de la lectura en el país.
No existen, pero nosotros, junto al Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, estamos trabajando en una gran encuesta de lectura que nos dé los datos necesarios, porque desde el 2006 el gobierno ha tenido miedo de hacer una encuesta de lectura y me parece muy grave, pues no se puede trabajar sin indicadores , explicó el director de Publicaciones del Conaculta.
Sin embargo, el empresario librero Miguel Ángel Porrúa aseguró que la ley del libro no ayudará.
Primero, que los editores respeten el precio único o que se nos dé el mismo descuento en los libros que a las grandes empresas como Sanborns, porque ahí es donde se mueren las librerías en México... Pero no sé cómo va a funcionar porque el problema es que no existen políticas públicas sobre el tema , dijo.
Por su parte, el editor Carlos Anaya también coincidió con este punto y consideró que mientras no exista un programa dedicado a la creación de librerías, la ley del libro no funcionará.
Existen cerca de 1,600 puntos de venta, no librerías en el país, y el gran problema es: ¿para qué construimos un precio único del libro si no tenemos en qué aplicarlo? Debe existir un proyecto de fomento a las librerías y profesionalización. Mientras no exista eso, la ley del libro es un mito .
El escritor y editor Alberto Ruy Sánchez fue claro al decir que los libros los encarecen las librerías. Es un asunto de políticas públicas... pero la intención de la ley es solventar todos los problemas que tienen los editores, librerías y la cadena del libro. Pero es verdad que si un editor vende un libro en 100 pesos, 60 son para él con una ganancia de apenas 5% y 40 pesos son para la comercialización. Pero si le tienes que dar descuento a las grandes tiendas el libro aumenta un 300% para que ellos den un descuento de 50% y acaba vendiendo en 50 pesos, es una situación comercial peligrosa con precios inflados en los libros, además de cuestiones fiscales que perjudican al editor .
La ley del libro entró en vigor en el 2008 en México, pero es prácticamente letra muerta, donde pocos respetan el famoso precio único, por lo que un grupo de editores propuso reformas a la ley que contemplan tres temas: ampliación de la vigencia del precio único, designación de la autoridad de vigilar la aplicación de la ley, que podía ser Profeco, y establecer las bases de regulación del libro electrónico, otro tema polémico.
Finalmente, Blanca Alcalá Ruiz, presidenta de la Comisión de Cultura del Senado, aseguró que las iniciativas ya se presentaron para análisis y estudios que podrían ser aprobadas en abril del 2015, pero su futuro y beneficios son inciertos.