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Pagos rápidos avanzan en América Latina: SPEI destaca en México, pero prevalece uso de efectivo
El reporte “Pagos rápidos e inclusión financiera en América Latina y el Caribe” detalla que hasta la fecha, al menos 123 países en el mundo y 15 en América Latina, han implementado un sistema de pagos rápidos.

Foito EE:
En los últimos años, pero sobre todo tras la pandemia de Covid-19, el uso de pagos rápidos ha avanzado de manera importante en la región de América Latina y el Caribe, siendo un referente Brasil con su sistema Pix, que es operado por el banco central de ese país, pero también México, Costa Rica y otros.
Lo anterior se desprende del documento “Pagos rápidos e inclusión financiera en América Latina y el Caribe”, publicado recientemente por el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés).
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Ahí se destaca que las innovaciones en materia de pagos, incluidos los rápidos, están transformando el panorama en varias jurisdicciones, ya que tienen el potencial de ayudar a aumentar la inclusión financiera, apoyando así el crecimiento económico y el desarrollo de la región.
De acuerdo con el reporte, la implementación de un sistema de pago rápido es una innovación clave en el sistema financiero y de pagos, impulsada por los bancos centrales, el sector privado o ambos en un esfuerzo conjunto.
Se trata de una infraestructura enfocada en la compensación y/o liquidación de pagos rápidos, también conocidos como instantáneos, que permiten que la transmisión del mensaje de transacción y la disponibilidad de los fondos finales para el beneficiario, se produzcan en tiempo real, y lo más cerca posible de las 24 horas, los siete días de la semana.
En América Latina, 15 países han implementado
El documento detalla que hasta la fecha, al menos 123 países en el mundo y 15 en América Latina, han implementado un sistema de pagos rápidos.
Resalta que en la región, Pix de Brasil, es un ejemplo notable de un sistema de pagos rápidos, propiedad de un banco central; mientras que Costa Rica ha sido una historia de éxito con SINPE Móvil; y en México, el SPEI y sus servicios superpuestos como CoDi y DiMo, permiten a los usuarios finales enviar y recibir pagos de manera inmediata.
Pero otros países de la región que ofrecen pagos rápidos, impulsados por sus bancos centrales son: Perú, Chile, Bolivia, Argentina y Uruguay, entre otros.
Volumen, con crecimiento rápido
El reporte menciona que los mayores mercados de pagos rápidos en el 2022, por número de transacciones, fueron India con 48,600 millones; China con 18,500 millones, Tailandia con 9,700 millones y, de la región, Brasil con 8,700 millones.
“El aumento del uso de sistemas de pago rápidos, ha coincidido con una caída del uso del efectivo en muchos de estos países”, señala.
Añade que aunque en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe el uso de efectivo ha disminuido, México y Jamaica muestran un claro aumento en los últimos años.
En el caso de México, con base en cifras oficiales, más del 80% de las transacciones se hacen aún con efectivo.
Lluvia de beneficios
Pero la reducción del uso del efectivo no es el único beneficio de los pagos rápidos digitales.
El reporte destaca que también están asociados con un mayor acceso a cuentas y préstamos de instituciones financieras formales; una menor proporción de la fuerza laboral que está empleada de manera informal, y por lo tanto pueden apoyar el crecimiento económico y el desarrollo a través de varios canales, entre otros.
“Los pagos digitales rápidos pueden promover la inclusión financiera”, refiere.
Desafíos
El BIS considera que, a pesar de la creciente adopción de pagos digitales y rápidos en la región, hay ciertos desafíos relacionados con: ciberseguridad, riesgos de fraude y privacidad de datos, interoperabilidad, tarifas para usuarios finales y participantes, y un acceso universal.
“Para abordar estos desafíos, los bancos centrales y las autoridades del sector público pueden aprender de la experiencia de sus países pares”, enfatiza.