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Mexicanos combinan efectivo y medios digitales
En México, el uso combinado de efectivo y herramientas digitales para realizar pagos se ha vuelto cada vez más común.

En México, el uso combinado de efectivo y herramientas digitales para realizar pagos se ha vuelto cada vez más común. Aunque la digitalización financiera avanza con fuerza, el efectivo sigue teniendo un peso cultural y práctico difícil de desplazar. Prueba de ello es que el país mantiene la tasa más alta de uso de efectivo en establecimientos que cuentan con puntos de venta de toda Latinoamérica, de acuerdo con el “Global Payments Report 2025” de Worldpay, firma especializada en soluciones de pago.
Según el estudio, el ecosistema de pagos en el país ha cambiado sustancialmente en la última década. El uso de billeteras digitales, por ejemplo, se cuadruplicó: pasaron de concentrar 6% del valor transaccionado en comercio electrónico en el 2014, a representar 28% en el 2024, y se estima que alcanzarán 37% hacia el 2030.
“Tras la pandemia vimos un repunte en ciertos indicadores de uso de efectivo, pero la tendencia de largo plazo se mantiene clara: el uso del efectivo en puntos de venta continúa cayendo de manera marcada”, señaló Santiago Fernández Núñez, director de negocios de Worldpay en México.
No obstante, los estudios muestran que el efectivo sigue siendo predominante en la vida cotidiana. El “Estudio Cuantitativo y Cualitativo sobre Efectivo 2024”, del Banco de México reporta que 91% de la población lo utiliza en sus gastos diarios. Mientras, la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera añade que 85.2% de los mexicanos lo emplea en compras de hasta 500 pesos, y aunque el porcentaje baja a 73.5% en transacciones de mayor valor, se mantiene como un medio de pago esencial.
Por su parte, el estudio de Worldpay destaca esta dualidad entre el efectivo y los medios digitales. El efectivo perdió terreno al pasar de 76% del valor cobrado en puntos de venta, donde ya existían otras opciones de pago en el 2014, a representar 35% en el 2024; sin embargo, es el más alto en comparación con otros países de Latinoamérica, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, contemplados en el estudio. Pese a ello, las proyecciones indican que su participación podría descender a 31% para el 2030.
Además, la frontera entre lo digital y lo tradicional se vuelve cada vez más difusa. Según el reporte, 12% de las billeteras digitales en México se financian con efectivo. A su vez, los servicios de pago que permiten pagar compras en línea en tiendas como Oxxo 7-Eleven, representaron 7% del comercio electrónico en el 2024.
Potencial de nuevos jugadores
En este contexto, las tarjetas son clave en la transición hacia un entorno menos dependiente del efectivo. Las de crédito, asociadas directamente con la inclusión financiera, lideraron el comercio electrónico en el 2024 con 34% del valor transaccionado, por encima de las tarjetas de débito con 22% del valor. Estas últimas, sin embargo, desempeñan un papel relevante en el comercio físico, donde concentraron 25% del gasto.
“La mayor competencia en el sector financiero también ha abierto puertas. Personas que antes no tenían acceso a tarjetas de débito o crédito hoy sí lo tienen, y eso facilita que parte del gasto en efectivo migre hacia pagos digitales”, agregó Fernández.
Pese a la persistencia del efectivo, el directivo señalo que el potencial de los medios de pago digitales convierte a México en un mercado estratégico dentro del ecosistema financiero regional.
“México es uno de los países más importantes para nosotros en América Latina. La oportunidad aquí es mucho mayor que en otras regiones, principalmente por la tendencia a la baja en el uso de efectivo. Para los jugadores que apuestan por métodos de pago alternativos, como las fintech, esto abre un enorme potencial, ya que cada vez más transacciones que antes se hacían en efectivo están migrando hacia lo digital”, señaló Fernández.

