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Decepciona a S&P freno a reforma financiera
Su director general, Víctor Manuel Herrera, dijo que hay que darle tiempo a los partidos políticos para que hallen sus coincidencias. Será hasta dentro de 18 meses cuando evalúa los acuerdos alcanzados.
Para el director general de la calificadora Standard and Poors (S&P) en México, Víctor Herrera, sí fue una desilusión el rompimiento entre partidos de oposición y el gobierno para la presentación de la iniciativa de reforma financiera.
Sin embargo, concedió la posibilidad de que se trate un juego político que, al final, terminará en una nueva iniciativa de reforma aprobada por consenso.
Desde la óptica de la calificadora que puso en perspectiva positiva la nota soberana de México, con miras a incrementarla, aún hay 18 meses por delante para que el país fortalezca su situación fiscal y eventualmente reciba un upgrade en la calificación, que hoy es el escalón más bajo del grado de inversión.
En rueda de prensa, tras participar en la conferencia anual de riesgo-país de la aseguradora de créditos Coface, Herrera confió que la iniciativa de reforma financiera contendrá estándares mínimos para garantizar el oficio de prestar que tienen los bancos.
Y con ello se refiere a la aplicación más expedita de la ley de garantías y la Ley de Concursos Mercantiles, y generar el entorno para elevar el nivel de cumplimiento.
A pesar del avance en la ley de garantías y Concursos Mercantiles, si antes tardabas cinco años en ejercer tus garantías, ahora la demora es de tres. Cuando hay países como Panamá, donde el ejercicio es casi inmediato , explicó.
El analista expresó: Mucho de lo que trae la iniciativa agilizará el cobro de garantías . Y consideró que es mucho lo que se tiene que hacer en México, para hacer más seguro el oficio de prestar ( ) y regresar a la premisa básica de que si yo tomo algo prestado lo tengo que pagar .
SOBRECALENTAMIENTO, EL RIESGO
Por su parte, el gerente de riesgos de Coface México, Pablo Siade Nahúm, confió que la iniciativa de reforma financiera que presentará eventualmente el gobierno no ejerza una presión riesgosa en los bancos para que otorguen créditos indiscriminadamente.
De acuerdo con el directivo, en la reforma sí estamos partiendo de un bajo nivel de financiamientos productivos colocados en el país, que no rebasa 23% del PIB.
