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Aumentaron 4.5% deportaciones de mexicanos en enero
ONG denuncian que trasladan a repatriados esposados de manos, cintura y pies a México.
Según cifras de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación, en enero de este año se registraron 14,319 eventos de devolución de mexicanos y mexicanas provenientes de Estados Unidos, lo que representó un aumento del 4.53%, con respecto a los 13,698 registros que se tuvieron durante el mismo mes del 2024.
Del total de casos registrados por la dependencia del gobierno federal, 13,017 eventos estuvieron relacionados con personas mayores de 18 años de edad, en los cuales 10,979 correspondieron a hombres y los 2,038 restantes a mujeres; mientras que 1,302 registros oficiales estuvieron relacionados con menores de edad, de los cuales 865 fueron para menores entre los 12 y 17 años de edad, mientras que los 437 restantes con personas entre los 0 y 11 años de edad, de los cuales, 249 emprendieron el viaje acompañados y ocho lo realizaron sin compañía.
La información de las autoridades mexicanas mostró que el punto del país donde se dieron más eventos de este tipo fue en Tamaulipas, en el que se contabilizaron un total de 4,182 casos, divididos en los siguientes puntos oficiales de repatriación: 1,864 en Nuevo Laredo II Juárez-Lincoln; 1,333 en Puerta México (Matamoros II), mientras que los 985 restantes en Reynosa-Hidalgo, Benito Juárez I y II.
Otros puntos del país donde se contabilizaron llegadas de connacionales fueron Sonora, con un total de 3,031 eventos; Baja California, con una suma de 2,756; Chihuahua, con 1,968 registros; el Estado de México, con 1,761, y Coahuila, con una cantidad de 621 eventos de este tipo.
Causas detrás del aumento
Con la posibilidad de que estas cifras sigan en aumento en los próximos meses, las organizaciones civiles reiteran la necesidad de un enfoque integral que contemple no solo el apoyo económico, sino también la atención psicológica y médica para los repatriados.
Karen Pérez, directora del JRS MX y miembro del Colectivo de Monitoreo de la Frontera Sur, mencionó que el aumento de las deportaciones podría estar vinculado también a las presiones de Washington en materia comercial y arancelaria. Aunque el Gobierno de México no ha hecho declaraciones públicas al respecto, la investigadora considera que han existido negociaciones discretas para aceptar estas repatriaciones.
La especialista señaló, en entrevista con El Economista , que según un monitoreo de organizaciones civiles, las personas expulsadas no solo provienen de estados del sur de México como Chiapas o Oaxaca, sino también de entidades del norte y centro del país, como Tamaulipas, Baja California, Guanajuato y Querétaro. Además, no existe un perfil específico de las personas repatriadas, pues se han identificado desde trabajadores hasta familias completas.
“La mayoría de las personas nos mencionaron que fueron trasladadas encadenadas de pies, manos y cintura, y antes de aterrizar les quitaban las cadenas para que, al bajar del avión, no se vieran esposados ante la prensa”, denunció.
La directora de la Casa del Migrante Frontera Digna, en Piedras Negras, Coahuila, María Isabel Turcios, expresó su preocupación sobre la falta de apoyo emocional y psicológico para los connacionales retornados a México.
“Nosotros no vemos a los deportados porque los sacan de Estados Unidos, los llevan directamente a las instalaciones de migración y ahí ya tienen los buses listos para trasladarlos a otros puntos”, explicó.
La religiosa destacó que, según información reciente, en Sabinas, Coahuila, se encuentran aproximadamente 30 personas deportadas en los últimos días, aunque no se tiene un perfil detallado sobre su situación.
Respecto a las políticas migratorias, mencionó que, pese a los anuncios del gobierno mexicano sobre apoyo laboral y económico para los deportados, no hay certeza de que se esté brindando el acompañamiento necesario.
“Sabemos que el gobierno dice que les dará trabajo y una ayuda económica, pero desconocemos si eso realmente ocurre porque no hemos podido conversar con ningún deportado que haya recibido este apoyo”, señaló.
Jair Aguilar Badillo, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, mencionó que este aumento no representa una acción radical en las políticas migratorias del país vecino, sino un reflejo de un fenómeno cíclico dentro de las tendencias migratorias.
El experto resaltó que, a pesar de la percepción de una política migratoria endurecida por parte de la administración de Donald Trump, el número de deportaciones durante su primer mandato fue significativamente menor que el registrado en el gobierno de Barack Obama, cuando se alcanzaron cifras cercanas a los 5.3 millones de retornados.
Sin embargo, advirtió que la migración se ha convertido en "una moneda de cambio" en las negociaciones del mandatario estadounidense.
