La emergencia en Tabasco aún sigue y amenaza más lluvia

El estado de Tabasco se ha visto golpeado por las fuertes precipitaciones provocadas por el Frente Frío Número 9, la tormenta tropical Eta y el Frente Frío 11; además está la amenaza de un nuevo sistema frontal que podría traer más agua a la entidad, por al menos cuatro días.

A raíz de estos eventos meteorológicos, se estiman más de 150,000 damnificados, con 35,982 viviendas dañadas.

Son Macuspana, Tacotalpa y Balancán, tres de los 13 municipios afectados. Asimismo, al menos ocho personas han perdido la vida por las inundaciones en Tabasco.

El Servicio Meteorológico Nacional alertó que el domingo 15 de noviembre ingresará por el norte de México un frente frío que avanzará hacia el sureste de la República. En 272 albergues se da atención a 12,330 personas.

Macuspana

“En lo que menos piensa la ciudadanía ahorita es en Covid”

El municipio natal del presidente Andrés Manuel López Obrador cumple siete días bajo el agua y los más de 90 damnificados por las lluvias causadas del Frente Frío 11 y el agua del desbordamiento de los ríos cercanos, ven llegar apenas la ayuda.

El primer concejal de Macuspana, Mauro Winzig Negrín, aseveró que en esta localidad se vive una gran tragedia, ya que 70% del territorio del municipio se vio afectado por el desbordamiento del río Buscatán y las anegaciones en arroyos, lo cual hizo que la zona se inundara con hasta 3 metros de altura.

“Esto no se había visto jamás, ni siquiera en las inundaciones de 2007”.

Para Mauro Winzig, el principal reto al que se enfrenta el poblado es “lograr sacarlo del agua”, para después tratar de reactivarlo económicamente.

Añade que para una desgracia de este tamaño no hay recursos suficientes, por lo que tienen que contar con el apoyo de las instituciones de los tres órdenes de gobierno.

Hasta ayer 12 de noviembre, en Macuspana había 15 colonias inundadas, además de 129 comunidades de las 225 que tiene el municipio, por lo que se calculaban más de 90,000 damnificados, quienes aún tienen al interior de sus viviendas entre 2 y 3 metros de agua.

En apoyo a las comunidades fueron desplegados 400 elementos del Ejército y se habilitaron 40 refugios, en donde se albergarían entre 6,000 y 7,000 personas.

“Uno de los problemas que hemos tenido es quedarnos incomunicados en muchas carreteras,  fueron fracturadas, y el acceso ha sido complicado por lo que nos comunicamos por vía acuática”, detalló el concejal.

Al igual que otros municipios afectados, en Macuspana se teme por las nuevas lluvias que podrían impactar al estado.

“Lo más que podemos hacer ahorita es sólo tratar de bajar los niveles del agua, aprovechando que bajó un metro el nivel del río, para evitar que las lluvias ya no afecten tanto”, expuso el funcionario local.

Explicó que existen muchos pobladores que prefieren no salir de sus casas, pese a estar bajo el agua; ello por el temor a ser víctimas de robos. “Hay muchos que están en las azoteas”, atajó.

Mauro Winzig aseveró que la desgracia en la localidad no terminará cuando el agua baje, ya que viene otra etapa igual de complicada: el coronavirus.

“Esto no termina aquí, porque viene la otra etapa de evitar la pandemia, y que no se ocasione un problema de emergencia en materia de salud”.

Aunque reconoció que durante la crisis por los fenómenos naturales, en lo que menos se piensa es en el Covid-19.

“Con esta desgracia, de haber perdido su patrimonio y estar en riesgo su vida por la inundación, obviamente en lo que menos piensa la ciudadanía es en el coronavirus”.

Acceso sólo en lanchas, en algunas zonas

En Tacotalpa, al menos dos comunidades están incomunicadas, detalla alcaldesa

Pese a que en Tacotalpa el agua ya cedió, la crisis no termina, ya que ahora queda la lucha por rescatar las pocas pertenencias que les quedan a los pobladores de uno de los municipios más afectados por las lluvias torrenciales del pasado 6 de noviembre.

Sin un conteo exacto de las personas afectadas, debido a que las autoridades apenas logran entrar a las comunidades, Tomiris Domínguez, presidenta municipal de Tacotalpa, estimó que son unos 20,000 habitantes afectados por las inundaciones.

Con la agricultura como su principal sustento, la alcaldesa añade que cientos de familias han visto destruidos sus cultivos, lo que ha generado gran preocupación entre los pobladores que no saben cómo podrán recuperar su trabajo.

Al recordar que, durante tres días, su municipio sufrió niveles de agua de hasta 3 metros al interior de las viviendas de 40 comunidades, Tomiris Domínguez detalló que fue apenas el miércoles pasado cuando el agua bajó.

“El viernes 6 de noviembre comenzaron las lluvias y el sábado amaneció inundado por completo el municipio, en cuestión de horas, lo que no dio tiempo de alertar a la población.

“Además de que las lluvias constantes hicieron que los niveles del río aumentaran y debido a eso, y al desfogue de las presas de otros municipios que no permitieron que el río pudiera desfogar, los niveles del agua aumentaron en horas, en el municipio”, detalló la alcaldesa.

“Ya que bajaron los niveles podemos ver que las afectaciones más graves fueron en nuestras vías de acceso, tenemos comunidades en donde su único acceso eran puentes colgantes, y el río se los llevó”.

Asimismo, mostró preocupación por al menos dos comunidades que se encuentran completamente incomunicadas, ello debido al deslizamiento de laderas,y a las cuales, dijo, sólo se les hacen llegar insumos por vía aérea. Mientras que, en otras zonas, las personas pueden viajar sólo en lancha.

“En algunas comunidades, con tirolesa se cruzan los insumos. Además, hay afectaciones graves en las carreteras, con deslaves, y el daño ocasionado por la fuerte inundación y la pérdida total, en muchas familias, de lo poco que tenían”.

Tomiris Domínguez detalló que actualmente cuentan con el apoyo de 70 elementos del Ejército y la Marina para atender a la población de la mitad de las 80 comunidades con las que cuenta el municipio.

Afectados, 360 km de caminos

Poblados aislados y sin recursos, el reporte desde Balancán

Con 48 comunidades en problemas, de las cuales 26 se encuentran a las orillas del río Usumacinta —que amenaza con desbordarse—, el ayuntamiento de Balancán, al igual que otros 12 de Tabasco, lidian a diario con los desastres que dejaron a su paso las lluvias históricas registradas en la entidad.

Según lo relatado por el presidente municipal de Balancán, Saúl Plancarte Torres, después de ser golpeados por el Frente Frío Número 9 (a finales de octubre), la tormenta tropical Eta y el Frente Frío 11, que pegó el fin de semana pasado en dicho municipio, unas 2,600 familias resultaron afectadas; algunas de ellas, incluso, quedaron aisladas ante el deterioro de los caminos.

Mientras, persiste la preocupación por nuevas inundaciones, ya que el río Usumacinta “sigue incrementando su nivel”, aunado a que la situación se podría complicar, debido a la amenaza de nuevas lluvias para este sábado o domingo.

Señaló que ante la crecida del río, desde hace dos días se han colocado costales a las orillas para prevenir que el agua entre en algunas colonias.

“Estamos buscando conectar a muchas localidades que se han quedado aisladas por la destrucción de su infraestructura carretera, y estamos atentos ante la amenaza de la subida de 3 metros del río, lo cual podría aumentar el caudal y provocar inundaciones”, puntualizó.

En dicho municipio, de poco más de 60,000 habitantes, la crisis por las lluvias no es algo nuevo.

“A finales de mayo, y debido a la tormenta Cristóbal, llovió en pocos días el 80% de lo que llovió en (todo el) 2018... afectando a 48 comunidades”, subrayó.

Asimismo, entre las principales preocupaciones manifestadas por el funcionario está la destrucción total de más de 360 km de caminos de acceso, tanto de terracería como pavimentados.

Lo anterior, apuntó el alcalde, rebasa la capacidad económica del ayuntamiento para atender el problema, aunado a que debido a la pandemia su recaudación de impuestos bajó hasta 80%, por lo que están en espera de fondos federales para reconstruir.

“Para hacer frente a este tipo de tragedias no tenemos presupuesto”, aseguró.

Aunque, dijo, han logrado obtener recursos para distribuir 2,000 despensas, además de algunas colchonetas otorgadas por Protección Civil, 1,200 cobijas y 2,400 litros de agua, ayuda entregada a comunidades aisladas. Añadió que hay 36 albergues a los que la población se niega a acudir por miedo a perder sus pertenencias.

maritza.perez@eleconomista.mx