Jornaleros exponen violaciones ante Senadores

Jornaleros de San Quintín, Baja California Sur, expusieron a senadores la violación a los derechos humanos y laborales que de las que son víctimas por lo que advirtieron que de seguir en estas condiciones no se harán responsables de los movimientos tan fuertes que vengan, caiga quien caiga, tope quien tope .

El grupo plural del Senado formado para revisar las condiciones de los jornaleros recibió este jueves en el Senado a los inconformes de San Quintín quienes expusieron los maltratos físicos, psicológicos y sexuales de los que son víctimas por parte de los dueños de las tierras.

Lucila Hernández afirmó que las mujeres jornaleras no van a los campos a prostituirse sino a trabajar para comer, laboran jornadas de 12 horas y mal pagadas; no obstante, los patrones y mayordomos las acosan sexualmente.

La mujer, jornalera desde los 11 años, contó que embarazadas han muerto porque el hospital queda a tres horas de distancia, por ello exigió presupuesto para que se construya un hospital cercano y guarderías para los hijos de jornaleros con horarios de cinco de la mañana a seis de la tarde.

Los senadores Angélica de la Peña, Mariana Gómez del Campo, Marco Blásquez, Ana Guevara, Lucero Saldaña y Fidel Demédicis acordaron formar un subgrupo de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos para acudir a los campos con los jornaleros y buscar una solución a los temas que se puedan impulsar desde el Legislativo a más tardar en 40 días.A las visitas se invitará a representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Procuraduría de Derechos Humanos en Baja California Sur y a legisladores locales.

Jacinto Herrera, vocero del movimiento, expresó que no permitirán más negociaciones pues ya cedieron demasiado, por lo que no se harán responsables de los movimientos sociales fuertes que deriven de esta problemática.

Entre el pliego petitorio que presentaron se encuentra: jornada laboral de acuerdo a la ley, afiliación al IMSS, vacaciones y que acabe y se investigue el acoso sexual hacia las mujeres jornaleras.

tania.rosas@eleconomista.mx